Algún lugar.

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-¿Por qué no has perdido la cabeza aún?- Preguntó Adam, sentado sobre el césped delante mío. Estábamos debajo de un árbol en el parque, y el así como estaba con el sol iluminando su cara el ser más hermoso que jamás había visto, y una vez más no me importaba nada.

-Oh créeme si la he perdido, pero la encuentro cuando pienso en ti- Sonreí. Adam tomo mi mano me miro a los ojos y me beso bajo un cálido sol de invierno.

Desperté con el pitido de la alarma de mi teléfono, la apague y lentamente voltee para quedar de cara a la ventana, el día tenía un cálido sol de invierno como en mi sueño como desearía no haber despertado, el mejor sueño de mi vida interrumpido suerte para mí. Salté de la cama hoy era Sábado y debía ayudar a mi Madre ya que mi Padre estaba con un resfrío haciendo reposo. También debería ponerme al día con las tareas de el instituto venía un tanto atrasada, sin mencionar que había fallado el examen de Literatura, ya sabía que lo no iba a pasarlo así que no me sorprendió todavía no les había dicho a mis Padres.

Bajé las escaleras, mi Madre estaba batiendo algo que parecía crema.

-Hay café recién hecho en la cafetera- Señaló.

-Gracias- Tomé una taza y serví el café, me senté en el taburete y di mi primer sorbo faltaba azúcar pero más ganas me faltaban a mí para ir a buscarla así que lo bebí amargo de todas formas.

-Deja que me cambie y te ayudo- Mencioné, volví hacia mi cuarto me cambie el pijama, peine mi pelo y baje

-¿En que soy útil?- Tomé el delantal y comencé a atarlo.

-No, no tan rápido. Necesito que dejes un pedido- Desate el delantal, y mi Madre me tendió una caja- Aquí tienes, es para dentro de media hora así que apúrate- definitivamente no era la mejor mañana para mi Madre. Me limité a cargar la caja y tomar mis llaves y teléfono, para salir a toda velocidad para la calle.

La dirección que mi madre me dio era llegando al centro, así estaba relativamente cerca pero lamentablemente desde que mi bicicleta estaba rota tenía que tomar el bus. Esperé hasta que unos cinco minutos después de mi llegada vi el bus acercarse hasta dónde me encontraba. Subí al bus en unos de los últimos asientos puse la caja sobre mis piernas me limité a mirar por la ventana, hasta que casi llegando a mi destino una cara familiar llamó mi atención, mi mente no tardo mucho en encontrarle nombre era Caroline la ex novia de Adam, me miró fijamente sonrió y se sentó en los asientos de adelante. Con la distracción me había pasado dos cuadras así que rápidamente baje del bus pero no era la única detrás mío bajo Caroline y la sentí caminar detrás mío cuando había llegado a la cuadra donde tenía que entregar el pedido, sentí que alguien mencionó mi nombre en voz baja rápidamente voltee y Caroline me miro y sonrió de manera burlesca.

-¡Yo sabía que eras tú! Parece que Adam ha perdido el gusto por las chicas- Me miró despectivamente sin dejar de sonreír. Entendí rápidamente que Caroline era todo menos amistosa. La miré a los ojos y volteé para seguir con mi camino.

De repente me empujó hacia delante haciéndome caer sobre la caja, nunca fui una persona muy paciente y esta era la gota que rebalsó el vaso.

Me levanté y comencé a caminar hacia ella, me miro sonrió y cruzo los brazos. Me tiré hacia ella con toda la fuerza de mi cuerpo hasta que tocó el suelo y me pego con el puño cerrado en el estómago, así que hice un puño con mi mano y le pegué en el costado sentí de inmediato la raspadura de el asfalto en los nudillos pero hice caso omiso y sentí como me pegó con el puño en la cara y como la adrenalina corría una vez más por mis venas, comencé a patearla mientras ella tomo mechones de mi pelo y los comenzó a tirar, de repente siento que alguien me toma por el hombro y me levanta del suelo.

Diferentes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora