do not mess with me

Capitulo 16: Ojos plateados

Alex: ¿Quien eres?

???: Puedes decirme Wolfang.

Alex: ¿Cuanto tiempo llevas aquí?

Wolfang: A veces mucho, otras muy poco.

Otro Alex: ¿Recuerdas cuando dije que tu mente estaba hecha un desastre? Pues ahora estas en segundo lugar.

Él comenzó a moverse lentamente hacia al lado, parecía como si tratara de rodearme. Me doy cuenta que no usa zapatos.

Otro Alex: No te confíes, su falta de zapatos es la prueba de que es un demente profesional.

Wolfang no parecía del todo peligroso, un tanto... Bueno, muy loco. Pero en el fondo quizás no sea malo.

Alex: Mi nombre es Alex, Alex Houser.

Digo mientras extiendo mi mano. Él la observa sin pestañear ni un momento, no me corresponde el saludo, se limita a alejarse de mi y camina hacia los barrotes.

Wolfang: ¡¡Saquen a este chico de aquí, se ve muy normal, y huele raro!!

Alex: ¿Me dijo normal?

Otro Alex: ¡¡¿¿Me dijo apestoso??!!

De hecho parecía que si era el más normal de todas las personas que habían en el lugar.

Me asomé y vi a las demás personas, habían desde niños y niñas de 12 años hasta adolescentes de 17. Algunos no paraban de gritar, otros me miraban, otros susurraban y otros hacían como que yo no hubiese llegado, es decir, me ignoraban. Me sorprendí al ver que todos los presentes eran pálidos, con cicatrices y unos ojos de colores extraños, se parecían a los de Wolfang, pero cada uno con un color diferente, desde cierto punto de vista parecía que brillaban en la oscuridad, era realmente extraño, quizás sólo era mi imaginación.

Una vez que vi a mi alrededor me dirijo a mi cama, trataba de no hacer contacto visual con Wolfang, sinceramente, sus ojos me daban algo de miedo.

Las camas se encontraban de forma paralela la una de la otra, por lo que podía ver aún estando acostado, como él caminaba a su cama y se acostaba en esta.

No parecía intención de dormir, se queda mirándome en la misma posición que yo.

Luego de unos minutos una voz de un megáfono habla.

Megáfono: Luces fuera.

Justo después estas se apagan dejándonos en una gran oscuridad, pero lo que veía definitivamente era real, los ojos de Wolfang literalmente brillaban, sus ojos no parpadeaban, aunque yo cerrara los míos seguía pensando que los de él no los despegaba de mi.

Fue cuando me di cuenta, no sólo los de él podían brillar, si no todos los otros tenían lo mismo, algunos de ellos ni dormían, pero algunos me observaban, podía mirar aquel brillo.

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No pude dormir en toda la noche, Wolfang tampoco, no cerró los ojos no un segundo.

Con razón tenía unas enormes ojeras. ¿Cuando habrá sido la última vez que durmió?

Me rugía el estómago, tengo hambre. Instantáneamente una alarma sonó durante un segundo para que luego se abrieran todas las celdas, parecía que ya era hora de ir a desayunar.

Mi compañero de celda se levanta de la cama y sale del lugar, todos salían hacia el mismo gran pasillo, yo los seguí ya que ni sí quiera conocía el lugar. Sabía que algunos me miraban, y como no hacerlo, era la persona más normal del lugar, o al menos lo parecía.