Hoy era un día viernes. ¡Al fin! Solo faltaba esta tarde y saldría del trabajo, por que este fin de semana lo tenía libre, luego volvería a la rutina. Pero para que arruinar el día pensando en eso. Me levanté de mi cama, me duché, desayuné, me cepillé los dientes, tomé mis cosas y salí de casa, iba vestida con: una playera blancajunto con el logo de Starbucks, jeans y unos tacones de plataforma cafes. Con mi polera de Starbucks puesta, la lavaba todos los días así que no había problema. Me pasé todo el camino escuchando música y pensando así que sentí que llegué en 5 minutos. Allí estaba Charlotte, yo le decía Lottie de cariño, llevaba unos años con ella.
— ¡____! -Gritó del otro extremo-.
— ¡Lottie! -Sonreí mientras me deshacía de mis audífonos-. ¿Llegaste más temprano?
— Algo así. Ayer llegué tarde por que la locomoción no pasó a tiempo y ahora tenía miedo de que pasara lo mismo. Pero da igual. ¿Cómo estás?
— Bien, como siempre. ¿Y tú? -Pregunté-.
— Bien. -Sonrió-.
— ¿Llegó Ashley? {La jefa}. -Pregunté-.
— No. Aún no. Nos obliga a estar aquí y ni siquiera llega a la hora. En fin, no le podemos decir nada o se pone de mal humor. -Rodó los ojos-.
— Ella no me cae bien.
— Ni a mí. -Rió-.
— ¿Y qué tal tu mañana?
— Nada, mi hermano tiró el desayuno al suelo, por que Daisy lo asustó, se enfadó y yo solo me vine para acá.
— ¿Y tus hermanas? -Pregunté-.
— Están bien, me encargué de ellas. -Sonrió-. Espera, viene la jefa.
— ¿Lo ordenaste todo?
— Sí. Quieta. -Nos paramos de lo más normal-.
— ¡Buenos días ___ y Charlotte! -Gritó-.
Tenía solo 28 años y era así de malhumorada, ya menos la soportaba.
— ¡Buenos días! -Dijimos al unísono-.
— ¿Y tienen todo listo? -Preguntó-.
— Perfectamente listo. -Respondí-.
— ¿Cómo a mí me gusta? -Dijo-.
— Sí. -Respondió Charlotte-.
— Bien, abran el local ya si quieren un sueldo, si no llegan clientes, dudo que el dinero llegue solo.
Yo solo me dirigí a la puerta y la abrí. ¡WOW! Ese lugar que era solicitado. Apenas abrí las puertas, entró gente. Fueron a desayunar allá creo, siempre lo hacen y en las tardes no nos va mal. La gente viene aquí para pasa el rato y demás, o las parejas vienen para conocerse mejor, los novios para ser gentiles, o cosas así. A veces hay cosas lindas y otras malas. La jefa no pasa mucho aquí, se va a su casa, y deja su ''mini-empresa'' sola. Solo a cargo de nosotras y una jefe subrogante llamaba ''Taylor Smith''. No era del todo agradable tampoco, era como la jefa, veníamos dudando hace bastante tiempo con Lottie, que puede ser su prima o algo se parecen. Acá trabajan más empleados, pero es por día, generalmente son dos por día. Como yo y Lottie que pedimos los mismos días libres. Llegó un cliente y lo fuí a atender.
— Hola, bienvenido a Starbucks. -Sonreí-. ¿Qué desea ordenar?
— Una malteada.
— ¿De qué sabor? -Pregunté-.
— De chocolate con crema.
— Ok. Enseguida traigo su orden. -Respondí y me dirigí a la caja-.
— Charlotte. ¿Puedes hacer una malteada de chocolate con crema por favor? Necesito revisar unas cosas.
— ¿Qué mesa? -Preguntó-.
— La 2. Yo la llevaré sí. No hagas ''todo'' el trabajo. -Reí-.
— Ok. -Se dirigió hacia dentro, preparó la malteada y salió-..
— Toma ___. -Me entregó una malteada-. ¿Qué mesa era, la dos? -Preguntó-.
— Sí. ¿Por?
— Por que es mi hermano.
— ¿Tu.. tu hermano? -Pregunté-.
— Ajá.
— ¿Louis?
— Si.
— ¿Por qué no vas tú, entonces?
— ¿Qué? ¿Te gustó mi hermano?
— No. -Disimulé-.
— Ah. Bueno. -Se dirigió a la mesa donde se encontraba Lou-.
— Aquí tienes. -Dejó la malteada en la mesa-. ¿Qué haces aquí? ¿Se te pasó el enojo? -Se burló-.
— No. Vengo a pasar el rato. Tenía hambre y no había nada en casa. -Respondió-.
— ¿Qué? ¿Y nuestras hermanas? Que de hecho sí. Son NUESTRAS hermanas Louis William.
— Están en casa. -Dijo de lo más normal-.
— Son menores que yo. Y que yo tengo 16 Louis.
— ¿Y qué? Pueden cuidarse solas.
— ¡Louis! Debes ir a casa. ¿Cómo dejas a niñas solas en una casa? ¿Qué ocurre si les pasa algo? Es mejor evitar que prevenir. Ve.
— Ve tú.
— Louis, trabajo. ¿Ves esta camiseta? Es de Starbucks. Por que aquí trabajo. -Dijo enfadada-. ¿Y la disquería?
— La abro más tarde.
— Dios Louis. ¿Qué haré contigo? -Se retiró de ahí y se dirigió a Taylor-.
— ¿Qué quieres? -Dijo con desprecio-.
— Taylor, por favor, necesito salir del trabajo aunque sea por unos segundos. ¿Sí? Mis hermanas están solas en casa y tienen menos edad que yo. Tengo 16, 16.
— ¿Y tu hermano?
— Está allí. Tampoco es de buen humor. Así que déjame salir por favor.
— No.
— Taylor..
— Que dije que no.
— Por favor. ¿Qué harías tú? Ponte en mi lugar. -Dijo preocupada-.
— Te doy 10 minutos, corre. Y sal de aquí.
— Está bien. -Corrió a la salida-. ¡___ debes reemplazarme, por favor! -Gritó-.
— Ok.
Me dirigí a todas las mesas y trabajé lo más rápido que pude, el local era muy solicitado, y esto era mucho para mí.
— ¿Te ayudo? -Preguntaron-.
