Capítulo 21 ¿Más problemas Anais?

765 82 20
                                    

-¿Segura que no quieres que venga por ti?- pregunta Aaron mientras bajo del auto.

-No Aaron tranquilo, le diré ha mí tía que me lleve- contesto.

-Cuidate Anais- me dice y yo asiento.

Había quedado de almorzar con tía Mey después del colegio, así que bueno aquí me encontraba frente ha su tienda vudú, que para serles sincera me parecía rara. No volví ha ver ha Derek después de la primera hora, extrañamente hoy había decidido no amargarme la existencia, entre por la puerta y campanita molesta sonó. El almacén seguía igual que la ultima vez que vine, Diego salió del mostrador y embozo una sonrisa mostrando su hilera de dientes.

-¿Pero qué coño te pasó?- pregunto al ver las marcas del vampiro.

-Un accidente nada importante- contesto encogiéndome de hombros- ¿está mí tía?.

-En la cocina- señalo con el índice el mismo corredor de la última vez, sin embargo no seguí mí camino.

Se puso de conquillas dándome la espalda, sacó un libros que parecía muy antiguo, grande y ancho de tapa roja. En la cual alcancé ha leer “Cazadores” el título llamó mucho mí atención... Ahí estaba yo otra vez de curiosa... Me acerque ha él, recordé que Mey me había dicho que el fastidioso niño no podía decir mentiras así que bueno iba sacar provecho de ello.

-¿Qué es eso Diego?- pregunte.

-El libro de los cazadores- respondió poniéndose de pie con el en mano.

-Tú y tu bocota Diego- habla Mey regañando al niño.

-Hola tía- la saludo.

-Hola cariño, ven el almuerzo ya estuvo- ella me extiende su mano, doy una mirada fugaz ha Diego y voy con ella.

Pasamos por el mismo pasillo hasta llegar ha la cocina, un olor ha guiso llego ha mis fosas nasales y se me hizo agua la boca, me hizo recordar el olor de la comida que hacía mí madre. Me siento en el desayuno y ella sigue de largo ha la cocina, tenía unas cuantas preguntas para hacerle pero la primordial era sobre Octovos, sí él murió cuando yo aún era una bebé eso quiere decir que Macristen ó Samira lo conocieron. Pero había otra pregunta que me hacía picar la lengua para no hacerla, sí ella es amiga de los padres adoptivos de los Cranwel, eso quiere decir que exista una pequeña probabilidad de que ella sepa su pequeño-gran secreto.

Pero también existía la posibilidad de que ella no lo supiera, y si preguntaba la cagaba y feo, no quería que me encerrarán en el psiquiátrico, mordí mí lengua para no hacer preguntas que pudieran delatarme. Simplemente me quede callada, ella iba de allá para acá haciendo no sé que en la cocina.

-Tía- la llamó.

-Dime- contestó dejando de hacer lo que hacía.

-¿Conociste ha Octovos?- pregunte, ella fruce ligeramente el ceño.

-¿Por qué la pregunta?.

-Es... Lo vi en un sueño dijo que era mi padrino ¿eso es cierto?- pregunte.

-Él era un gran hombre se llamaba Alexander Octovos, según tengo entendido murió cuando eras una niña, tu madre lo quería y mucho después de Marco él fue el  único hombre en su vida.

-¿Quería ha mí mamá?.

-Las adoraba ha ambas las tenía en un pedestal del cual no las quería bajar- siguió haciendo lo que hacía.

Me quede pensativa, ahora la segunda parte del sueño era...¿Qué es el libro de los muerto?... Estaba segura que yo había escuchado ese nombre antes, recuerdos vagos llegaban ha mí cabeza, tal vez lo había escuchado en algún sueño ó alguien lo había pronunciado... Pero ¿quién?... Me quede mirándola unos segundos pensando en que tenía que decir, hasta que la pregunta me salió instantáneamente.

Me observan #1Where stories live. Discover now