Llegaré a tu corazón

Epílogo

Epílogo

Claire

—Estoy furiosa.  Josh no deja sus malditos celos y eso que no somos nada — decía Susana con una barriga de casi seis meses y yo solo tenía cuatro, pero no se me notaba tanto. 

—No puedo creerlo Josh está enamorado de ti — dije mirándola desde el espejo y ella se sonrojo.

—Bueno sí, pero no quiero que esté conmigo porque voy a tener un hijo de otro — dijo sentándose sobre la cama y acariciando su vientre. 

— ¿Te acostaste con él? - pregunté enarcando una ceja porque conociéndola como la conozco sabía muy bien que sí.

—Sí y lo hace tan bien.  Hasta me dice que le encanta mi panza.  En realidad no sé como cambió tanto.  Josh me gusta mucho y siento que esté de verdad es el ideal, pero cuando pienso que el hijo que voy a tener no es suyo no se me hace justo — respondió levantándose de la cama y acomodando su vestido color lila largo en manguillos con un leve escote.

—No seas tonta y no pienses en ésas cosas.  Habla con Josh y dile lo que sientes que por algo te cela tanto — dije mirando mi vestido blanco precioso que mi hermana quiso pagar aunque tuvo que competir con mi cuñada Camila que ella también quería regalármelo.

Hoy era mi boda y estaba entre feliz, nerviosa y emocionada.  Hoy uniría mi vida con el hombre que amo y que me ama sin reserva.   Mi vestido era largo blanco con pedrería en el busto y por la esquina de mi vientre, además abajo también tenía pedrería.  Tenía unos mangos que quedaban recostados en los hombros y unas piedras muy bonitas en ellos.  Me maquille con tonos lilas y blancos en los parpados y un labial rosado muy bonito.  Me hicieron un medio recogido y el resto de mi melena castaña caía sobre mi hombro.  Todo estaba bien organizado y las damas serían mi hermana, Susana y Katherine la hermana de Damián la cual en unos pocos meses tendrá a su hijo en sus brazos. 

—Estás preciosa hermanita - entró mi hermana con Emma en brazos y Thalía con un hermoso vestido rosado hasta los pies.  Era tan hermosa mi sobrina que daban ganas de comérsela.

—Gracias Kelly y tú también luces espectacular — dije a lo que ella sonrió y me ayudo acomodar el velo que por nada del mundo usaría hacia el frente. 

—Estoy nerviosa y espero que no sé me doble un pie —solté un sonoro suspiro y mi hermana trató de calmarme.  Luego entró mi madre para desearme la mejor de las suertes y echarme la bendición. 

Había llegado el momento y solo estábamos a unos cinco minutos del lugar donde se celebraría el matrimonio.  Los decidimos casarnos en la playa porque queríamos que nuestra unión fuera cuando el sol se estuviera despidiendo desde el horizonte así que alquilamos una casa de playa para mí y mi novio tuvo que quedarse en un hotel cerca de aquí con su amigo Lucas y Damián.

— ¿Recuerdas cuando te dije que tú estarías igual que yo y tu hermana? — pregunto Damián cuando había bajado por las escaleras y él me esperaba en la puerta.

—Como olvidarlo si ése día James me pidió bailar y yo me negué — respondí transportándome a ése momento donde solo quería descuartizarlo por acosador.