Capitulo 29: Mío por siempre

25.4K 1.4K 178
                                    

Capitulo 29: Mío por siempre

Pov Claire

Solo habían pasado tres días los cuales no asistí a trabajar aclarando que estaba enferma cuando en realidad no lo estaba. Solo me pasaba encerrada en el departamento de Susy, llorando. Me dormía llorando y despertaba llorando. Me había convertido en un despojó en tan solo tres. James no me había llamado ni una sola vez y ése echó me entristecia aún mas. Él me pensaba echarme de su lado sin tan siquiera dar la cara. Nunca pensé que fuera tan poco hombre y me lastimaria de está manera. Sinceramente si alguien me pregunta como estoy le diría que estoy mal y que me siento derrotada. Había puesto todas mis esperanzas e ilusiones en él y término siendo solo un sueño del que acabo de despertar hace unos días.

Hablé con mi hermana para saber como estaba y traté de disimular lo mejor posible mi estado y creó que lo logré. No quise decirle lo de James porque no estoy de animos para volver a relatar lo que y lo que escuché. Amaba a ésa mujer, ¿entonces yo que fui? Una mas en su lista, un reto o que se yo. Por más que intentó buscarle una respuesta no la consigo. Todos los detalles que tuvo conmigo pasan por mi mente y no puedo contener las lágrimas cuando recuerdo su forma tan romántica de hacerme ver que me amaba y además la forma tan apasionada de hacerme el amor.

-¿Por qué me hiciste ésto? - pregunté para mi misma agarrando el dije que él mismo me había regalado y decía te quiero. Aún no me lo había quitado porque me hacía pensar que todo era mentira y él no estaba en la cama con otra. Estaba sentada con mis piernas cruzadas sobre la cama y seque mis lágrimas con enojo. Cuando escuché unos toques en la puerta que me sacaron de mis humillantes pensamientos.

-¡Ven a desayunar no puedes seguir así! ¡Ése infeliz no merece tus lágrimas! - exclamó aporreando la puerta con insistencia.

-estoy aquí dejame lavarme la boca - dije abriendo la puerta y dándole paso al torbellino Susana que no ha dejado de molestarme éstos días.

-Claire por Dios cada día te veo peor. Tienes que intentar superarlo ya más adelante algún hombre te valorará - dijo empujandome hacía el baño.

Ya sola en el baño me mire en el espejo que estaba arriba del lavamanos y me compadeci de mi misma. Estaba pálida con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar y unas ojeras que no serían naxa fácil de esconderse. Me lave la boca y me dí una ducha rápida para comer las tostadas francesas, revoltillo, café y jugo que Susy me había dejado en la mesa. Comencé a devorar la comida sin muchas ganas hasta que logré comerlo todo. Todo lo que había vivido desde que Raúl me había utilizado me había echo más fuerte y James me debilitó. No podía seguir llorando cuando yo había sido tan fuerte. Me decidí que si él no tuvo los pantalones de darme la cara yo lo haría. Iría a su departamento y él tendría que decirme toda la verdad en mi propia cara, él debería estar todavía en su departamento porque es demasiado temprano. Me puse unos jeans ajustados azul oscuro, una camisa negra de un solo mango holgada y unas sandalias plateadas. Ésa ropa me la compro mí amiga ya que no quería salir y no tuve más remedio que aceptarla.

Le envíe un mensaje de texto de que me iba y que no se preocupara por mí. Bajé a mi auto sin olvidarme de mi bolso y salí con el corazón hecho trizas a su encuentro. Cada vez que estaba más cerca mi corazón galopaba freneticamente y un sudor frío recorría mi columna. Cuando estuve nuevamente frente a su edificio salí del auto y subí a zancadas temblorosas, pero decididas. Volví a sacar las llaves de mi bolso y abrí la puerta con torpeza. Tomé una bocanada de aire y entré mirando rápidamente el área. Escuché ruidos provenientes de la cocina así que decidida a encontrarmelo allí sin camiseta fui hacia allá.

-¿Cuándo piensas encerrarla? Me estoy aburriendo todo el tiempo encerrada o acompañandolo al trabajo solo para que no llamé - escuché aquella voz tan parecida a la mía. No quise entrar me quedé detrás de la pared de la entrada escuchando de que hablaban.

Llegaré a tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora