Detention» Ten

04.

Doyoung me dio otra sonrisa y después de eso, fue alejado bruscamente de mí.

Ten estaba frente a mí, siendo una especie de escudo entre Doyoung y yo.

―¿Que estás haciendo Doyoung?― Ten tenía el entrecejo fruncido. Sus orejas también estaban rojas.

―Un experimento.― Doyoung abrió su mochila y sacó unos lentes.― Creo que resultó.― Se los colocó y sonrió.― Hasta luego, Ten, Gaeul. Me retiro.

Doyoung dio dos pasos y Ten tenía la mirada fija en el.

―¿Sabes qué?― Cuestionó Doyoung a la vez que se daba la vuelta.― Al diablo, voy a confirmar mi punto completamente. Igual lo iba a hacer...―Empezó a caminar hacia mí, hizo a Ten a un lado con solo un empujón y me tomó por los hombros. Casi instantáneamente se acercó a mí y pego sus labios a los míos.

Un remolino se asentó en la parte baja de mi abdomen. Sentía nauseas, pero no eran precisamente por el roce de piel, si no por qué la sensación me confundía en sobremanera. Mis ojos estaban abiertos a tope, y pude ver el rostro de Doyoung con una expresión relajada.

Pareció una eternidad el tenerlo ahí. Sin embargo solo habían pasado unos simples segundos.

Antes de que me diera cuenta, se alejó. O bueno, era difícil predecirlo, por qué Ten tenía su mano en su brazo.

―Vaya sorpresa Chittaphon, hice esto por ver tu reacción.― Doyoung me miró y sonrió, a la vez que mordía su labio.― Pero creo que acabas de ganar competencia.

Era una tonta. Sus palabras solo parecían códigos, y no podía procesar lo que salía. Era como si hablaran en otro idioma.

Doyoung me sonrió por última vez y empezó a caminar en dirección en la cual al principio llevaba.

Mi mente parecía volar en torno a la situación, pero era simple, solo había sido besada.

Beso, labio, roce. Eran solo las únicas palabras que rondaban en mis pensamientos, y el recuerdo del momento.

Inconscientemente, toque mis labios, estaba completamente ida. Había sido besada. Y no conocía al chico que me había besado del todo.

¡Se había llevado mi primer beso!

Miré a Chittaphon que tenía el entrecejo fruncido y después lo relajó.

―Pareces sorprendida.― Me regaló una de sus características sonrisas y después apartó un mechón de cabello de mi frente.

―Lo estoy. No todos los días te roban tu primer beso y se van.― Mis manos no se movían. Pero intenté salir un poco de mi trance.― ¿Qué diablos fue todo esto?

―No es nada, Gaeul. Fue solo un simple beso.― Me sonrío y apretó levemente mi hombro.― Nos vemos. Recuerda que la profesora te espera, tiene una caja y parece emocionada.

Se dio la vuelta y empezó a caminar en dirección contraria a la que Doyoung se había ido.

Ambos se habían ido. Pero yo estaba confundida, era la única que no entendía nada. ¡Dios!

Empecé a caminar hacia mi casillero y metí en el las cosas que no necesitaba. Después de eso me encaminé -aun pensando en lo que había pasado- hacia el salón de castigo. La profesora seguro aún seguía ahí.

Y no me equivoqué mucho. Estaba sentada en el escritorio con dos chicos frente a ella.

―Tengan.― Les dio entregó un papel en el cual previamente había estado escribiendo.― Su castigo fue disuelto. No los quiero volver a ver por aquí.― soltó una pequeña risa. Los dos chicos que estaban frente a ella le dieron una reverencia y se marcharon.―Acércate.