El comienzo de una nueva vida

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  • Dedicado a A todas esas personitas que lean mi libro ;)
                                    

Hola a todos, gracias por leer mi nuevo intento de libro, intentaré subir capítulos lo más rápido que pueda.

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Vanessa

-Claro está, alguien como yo jamás podrá a encontrar a esa persona perfecta.-

Mi nombre es Vanessa Boss, vivo en un pequeño lugar llamado Bellington. Odio este lugar. Demasiado pequeño y nada que hacer. Me mude aquí cuando tenía 2 años a causa de que a mi papá lo despidieran de su importante trabajo. Desde que era pequeña nunca fui sociable, yo en la vida podría cruzarme con alguien y empezar una conversación. Mi única distracción y salvavidas es la lectura, mi libro favorito se llama "La luz de Candela". Lo he leído como 10 veces. Me considero una persona intensa y dramática, pero tengo 17 años, que esperaban soy una adolescente y mis cambios hormonales están a flor de piel.

Nunca había tenido una relación amorosa, me iba a quedar solterona con mil gatos y leyendo libros "cursis" y arrojando lagrimas por doquier. Esa sería mi vida en 40 años. No me consideraba muy bonita, solía amarrar siempre mi larga cabellera de color rubio en una trenza hacia atrás, y dejar mis ojos de color verde sin una gota de maquillaje. Solía llevar frenos en los dientes y estar ligeramente pasada de peso, nadie en ningún lugar se molestaba a voltearle a ver, a menos que fuera para mirarme con disgusto.

Ahora me habían quitado los frenos y había bajado de peso, pero la situación no había cambiado. Si, solterona me iba a quedar.

Mis padres son personas muy complicadas, trabajan todo el día y muy pocas veces los veo. Yo no estaba en su lista de prioridades, ni si quiera estaba en sus planes de ser concebida. Fui un feo accidente. Pero no les reprocho nada, me he acostumbrado a estar sola tanto que soy lo suficientemente independiente. Soy como "Matilda" pero sin poderes. Un día mis padres me sugirieron, pero parecía más una orden, que me fuera vivir con mi tía Mónica. Parecía que no tenía opción, así que solo asentí. Ellos ya no me querían en sus vidas y optaron por la salida más fácil. Abandonarme.

Cuando me trasladaba a la casa de mi tía sentía un gran rencor y odio a hacia mis padres, los odiaba, no entendía porque no me querían pero tampoco les había pedido una explicación. Cuando llegue a casa de mi tía, una señora que parecía que tenía unos 30 años, bonita, delgada, pero con cuerpo atlético, salió a recibirme con un gran abrazo, me quede pasmada. Nunca había recibido uno. Mi tía era muy linda pero tenía su carácter, y realmente nadie la quería ver enojada. Así que decidí comportarme y cumplir todas las reglas que mi tía me había impuesto. Era algo exagerada, pero tenía miedo a ser rechazada. Una semana después de haberme mudado casi al otro lado de la ciudad, recibí una llamada de mi madre diciéndome que me habían inscrito en otra escuela que estaba más cerca de mi nuevo hogar. Ahora iría a la escuela más cara de Bellington, lleno de esos niños ricachones y creídos, yo no pintaba nada ahí.

Había pasado un año ya. Mi tía se había conseguido un novio, su nombre era Alex, solía ser un famoso jugador de Rugby. Guapo y atlético, de ojos grandes color marrón y pelo obscuro, de unos 43 años. Yo seguía soltera por supuesto, y me había convertido en la niña más "nerd" de la escuela, lo cual causo que me convirtiera en la más impopular. Mi única y mejor amiga Sandra era la única que me entendía, ella es alta, de cabellera larga color rojizo, ojos grandes marrones, delgada y de buen cuerpo, era el centro de atención de los hombres. No entendía porque se había echo mi amiga. Nos habíamos conocido en la clase de cocina de los martes, cuando ella me pidió ayuda para mezclar algunos ingredientes y empezamos hablar, desde ese momento nos hicimos inseparables. También había conocido a mi peor pesadilla. André San Bernardi, superficial, caprichudo y el más popular de la escuela, se cría no se qué, pero me caía fatal. Su casillero estaba junto al mío, así que nos topábamos todos los días, hasta que empezó a molestarme y ponerme apodos, me llamaba "Essa" sonaba como "esa" y era desagradable para mi, mis padres tal vez no se habían esforzado en ponerme un nombre pero a mi me gustaba mi nombre completo, Vanessa. Él sale con la líder de las porristas, si la típica rubia, hueca, alta de ojos azules por la que todos babean. Britney. Los odiaba, a todos, pero más a él.

Enamorada de mi peor pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora