Capítulo 7.- El Día

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En un movimiento brusco al llegar a la estación Alcalá de Henares, se le cayó una carpeta de entre sus cosas, desprendiendo una tarjeta de presentación a nombre de Miguel Ángel, se la entrego pero le hablo por el nombre de la tarjeta. El me voltea a ver pero un poco desconcertado por que le he dicho su nombre.

-Oye, gracias, emm, disculpame no te recuerdo, ¿nos conocemos? - Me dijo cuando le entregaba la carpeta

Yo sólo me limité  a negar con la cabeza y él simplemente agradeció y aseguró bien la carpeta.

Al llegar entre las estaciones Santander Eugenia y Vallezcas, un fuerte movimiento sacudió todo el vagón y la luz de alerta se encendió. El tren no paró la marcha, siguió hasta al túnel que daba directo a la estación Atocha-Cercanías donde nosotros íbamos a bajar, pero el tren recibió otro golpe. Para ese entonces todos estábamos aterrados, el chico que estaba deprimido frente a mi, corrió y me abrazó.

Cuando entramos al túnel, la luz desapareció, fueron los minutos más terroríficos pero maravillosos también. Busqué con mis manos su rostro. No podía perder esta única oportunidad, y le besé a ciegas. El correspondió el beso.

Duró el tiempo que estuvimos en el túnel. Cuando salimos todos se trataron de tranquilizar por que estábamos por llegar a la estación. Me senté con él y ahora estoy aquí escribiendo todo, pero mi corazón  late muy rápido y un mal presentimiento me tiene abrazando. La luz de alerta ha desaparecido. Todo está en calma. Todo está en paz.

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