Jueves

Capítulo 6.- Él

Cuando todos hubimos entrado, cada uno se sentó con su respectiva pareja y Sebastián y José se dispusieron a leer el periódico como de costumbre.

Conocía a la mayoría de los pasajeros. Pero había un chico, en especial que no conocía. Me gustaba su timidez, su diferencia pero ¿Cómo hablarle? Ese día llegó, como siempre y siempre se sentía sólo.

Lucia alto, delgado pero se notaban músculos en su cuerpo. Cabello castaño corto, con anteojos.

Llevaba una gabardina negra, un suéter marrón debajo. Jeans, y unos convers. Se veía muy jovial.

Pero su rostro mostraba una tristeza profunda. Se sentó mirando al cristal. Se veía tan deprimido. Me daban ganas de hablarle, de... Preguntarle que pasaba. Pero, yo, una chica amante de las novelas y fanática de Óscar Wilde, una chica que es etiquetada como una nerd, una antisocial. No podría lograr nada que piense que estoy loca, como todos piensan.

Quizás si fuera más guapa, si fuera tan lista como quisiera, si fuera como esas chicas de las revistas. Solamente así tendría el valor para cruzar el vagón y preguntarle quién es y qué le pasa.

El siempre se sienta enfrente, y no se da cuenta que cada día me esfuerzo por buscar mi ropa más bonita, solo para atraer su atención.

Me da tristeza ver que sólo se concentra en ver por la ventana y suspirar y nunca me mira, nada. A veces le he cedido el paso, otra ocasión, se le cayó el bolígrafo y yo se lo pase y chistó un gracias.

Pero en un momento me ha volteado a ver, me emociono mucho al ver que existo pero solo se limita a suspirar y girar la vista nuevamente al cristal.

Su rostro, sus facciones me parten cada vez, por que, quisiera saber que le pasa, quisiera demostrarle que conmigo puede confiar; quiera que viera que yo puedo ser la ayuda que tanto busca.

Pero, así es siempre, sólo se sienta y en instantes de lucidez me mira y suspira y gira nuevamente la mirada. Hoy sólo me encojo y sollozar al querer entender que me  pasa.