Zodiac. | OneShot's.

Un Café, Por Favor. | ♀Leo&Capricornio♂.

Fruncí el ceño, entrando a aquella cafetería en la que me encontraría con Escorpio.

Apenas empujé con suavidad la puerta, una campanilla emitió sonido. Tomé una postura derecha, teniendo una amplia vista a la cafetería. Habían unas cuantas mesas desocupadas. Me encaminé hacía una mesa que se encontraba ubicada al lado de una ventana. Me senté en el asiento, que por cierto era bastante cómodo.

Metí la mano en mi bolsillo, sacando mi teléfono.

WhatsApp.

¿Vienes, Escorpio?

Entregado a las 14:23 pm.

Estoy segura que él vendrá. ¿Qué podría ser más importante para no venir?

Seguí diciéndome cosas a mi mismas, diciéndome tantas mentiras para no preocuparme.

— ¿Qué desea pedir? —Cuestionó una fría voz masculina, levanté de inmediato la mirada.

— Uhm... Sólo un café, por favor. —Respondí, esbozando una cálida sonrisa.

— ¿No desea pedir algo más? Tenemos variedades de postres, y cosas así... —Comentó el muchacho, que tenía cabellera alborotada y ligeramente larga, de un común color azabache.

— No, gracias de todas formas... Con el café me conformo. —Respondí, esbozando una diminuta sonrisa.

— Está bien... Pronto estará su orden. —Finalizó, dándose media vuelta para luego marcharse.

WhatsApp.

¿Vas a venir?

Estoy ansiosa por verte<3.

Visto a las 14:51 pm.

Suspiré. Pasaron un par de minutos hasta que aquél azabache volvió a mi mesa. En su mano izquierda traía una bandeja circular. Con su mano derecha tomó una taza de porcelana blanca, dejándola frente a mi.

— Disfrute su orden. —Dijo, en un tono un poco más amable.— Ah... Y anímate.

— Muchas gracias. —Agradecí, riendo suavemente.

Leí su nombre, que se encontraba grabado en una placa. "Capricornio". Es un lindo nombre. Él se marchó nuevamente, para atender a la demás clientela.

Miré el contenido de la taza. Sentí una sensación cálida en mis mejillas al ver dos corazones formados con polvo de chocolate, un corazón más grande que el otro. Ambos corazones estaban dibujados de una perfecta forma y en la servilleta estaba escrito un número telefónico.
¡Ja! Chico astuto...

Creo qué, comenzaré a venir más seguido a esta cafetería.