Tag, You're It. | ♀SagitarioxEscorpio♂

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Sagitario hablaba animadamente con Libra. Eran muy amigas.

Pero, un azabache la acechaba desde una ventana.

— Escorpio, lo que sientes ya no es amor. Es obsesión. . . —Comentó Capricornio, notando la actitud del adverso.

— ¿Hum? No es cierto. —Negó, sin despegar la mirada de la chica.

Me mirabas desde tu ventana.

— Ella será mía. —Musitó Escorpio, mirando detalladamente el físico de la rubia.

Chico, tenías la mirada atenta por un minuto.

Te cortaré y haré la cena, has alcanzado el final, eres la ganadora. —Susurraba Escorpio, observando a su amada jugar baloncesto con sus amigas.

Al bajar tu ventana tintada,
Conduciendo hacia mi muy despacio;

— ¿Te llevo? —Preguntó Escorpio, bajando la ventana del auto, y mirar fijamente a Sagitario.

— ¿Hum? —La rubia se lo pensó un momento.— Claro, no hay problema..

La rubia se subió al auto, a un lado del azabache.

— ¿Eres Escorpio, no? —Preguntó la rubia.

— Si. Tú eres Sagitario. . . —Respondió el azabache, dedicandole una afable sonrisa a la más baja.

Esa sonrisa tan fingida. Esas sonrisa la debía usar para atrapar a su presa.

Déjame llevarte a un viaje de placer,
tengo caramelos para ti adentro.

— ¿Qué intentas hacer...?! ¡Suéltame! —Exclamó la rubia, desesperada al sentir las manos del azabache recorrer su cuerpo.

La rubia golpeó al azabache, para salir del auto. No alcanzó a correr ni un metro, y sintió los brazos del azabache en su cintura. Y un paño con cloroformo sobre su boca y nariz.

Corriendo por el estacionamiento,
me persiguió y no iba a parar,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes,"
tomó mi mano, me derrumbó,
me quitó las palabras directamente de mi boca,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes".

La rubia despertó amarrada en una silla.

Estaba en un sótano. Habían unos moretones poco notorios en sus piernas. Y su ropa estaba algo desordenada.

¿Puede alguien escucharme? Estoy bajo tierra. . . —Se preguntaba la rubia.

¿Qué había hecho mal para merecer eso? En ese momento ella debería estar con su padre y su hermana. Ella debería estar riendo de la felicidad junto a su hermana.

— ¡Mi familia! Ellos deben estar buscándome. —Se decía a sí misma la rubia para tranquilizarse.— ¿Puede alguien escucharme? ¿O hablo conmigo misma?

"Tocada las traes, Tocada las traes, Tocada las traes".

Tocada las traes, Tocada las traes, Tocada las traes. —Musitaba el azabache, bajando al sótano.— Hola, linda.

— ¡¿Por qué haces esto?! —Exclamó la rubia, sintiendo un profundo miedo y odio hacia su captor.

Hay un poco de veneno en mi.

El azabache mordía el cuello de la rubia, provocando fingidos gemidos de placer por parte de ésta.

Puedo saborear tu piel entre mis dientes.

— Amo cuando te escucho respirar, espero por Dios que nunca te vayas. —Musitó el azabache luego de haber arrebatado la virginidad de la rubia.

No respondió nada. Sólo su respiración agitada era la respuesta. Se acostó dándole la espalda a su secuestrador. Sigilosas lagrimas caían de sus ojos esmeraldas.

Corriendo por el estacionamiento,
me persiguió y no iba a parar,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes,"
tomó mi mano, me derrumbó,
me quitó las palabras directamente de mi boca,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes".

¿Puede alguien escucharme? Estoy bajo tierra. —Cantaba la rubia, que estaba nuevamente atada en el sótano.— ¿Puede alguien escucharme? ¿Estoy hablando conmigo misma? Diciendo; "Tocada las traes, Tocada las traes, Tocada las traes". Estás diciendo; "Tocada las traes, Tocadas las traes, Tocadas las traes".

La rubia miraba sus nuevos golpes. Había intentando escapar, y no lo logró.

— Sé lo que hiciste. —Dijo Capricornio, mirando a su amigo.

— ¿Qué? ¿De qué hablas? —Preguntó Escorpio, fingiendo no saber nada.

— Tienes a la hermana de Leo en tu casa. La secuestraste. Sé que fuiste tú. —Respondió Capricornio.

— ¿Vas a hablar? —Preguntó Escorpio, mirando fijamente a Capricornio.

— Puedes hacer algo por mi, y no le diré a nadie. —Dijo Capricornio esbozando una amplia sonrisa, que provocó que el azabache se inquietara.

De tin marín de dos pingüe.

Escorpio tomó a Sagitario del cabello, jalándolo con fuerza.

— Te dije que no gritaras. —Musitó el azabache al oído de la rubia.

Toma a tu dama de los pies.

Si chilla, no la dejes.

— Espero qué tu novia sea buena persona. —Dijo una mujer de cabellos negros, mirando a Escorpio.

— Si, mamá. . . Es buena chica, te lo aseguro. —Respondió el azabache.

Tu madre dijo qué eligieras a la mejor chica,
y fui yo.

Corriendo por el estacionamiento,
me persiguió y no iba a parar,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes,"
tomó mi mano, me derrumbó,
me quitó las palabras directamente de mi boca,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes".

— Es tu turno, Leo. —Dijo el azabache antes de inyectar algo en el cuello de la hermana menor de Sagitario.

Corriendo por el estacionamiento,
me persiguió y no iba a parar,
"tocada, las traes. Tocada, las traes,"
tomó mi mano, me derrumbó,
me quitó las palabras directamente de mi boca,
"tocada, las traes. Tocada, tocada, las traes".

— Si, ya la tengo. . . Está en la maletera. . . La iré a dejar a tu casa, pedazo de idiota. —Hablaba Escorpio por teléfono.— Si. . . Luego nos vemos, Capricornio.



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Continuará. . . 

Proximamente: Milk And Cookies.

Zodiac. | OneShot's.Where stories live. Discover now