Eran las siete de la mañana, y mi reloj estaba sonando. Maldita rutina. No me apetecía volver a la Universidad, y menos volver a trabajar en el Starbucks. Pero era mi obligación.
Me levanté, calenté leche, me la bebí, me vestí con lo que había comprado los días anteriores y me peiné. Quedé con María y Rebecca en la Puerta del Sol.
Cogí mis llaves y mi móvil y bajé en ascensor. A las ocho estábamos las tres allí. Llegábamos tarde. Era el primer día y llegamos veinte minutos tarde.
Una mañana dura. A las cinco menos cinco bajé a mi puesto de trabajo.
+ ¡ Bienvenida de nuevo señorita ___.! . - me dijo mi jefe
- Muy buenas señor. Voy a la caja
Cinco intensas horas me esperaban allí. De cinco a diez de la noche, lo que faltaba. No llevaba allí ni una hora y ya estaba harta.
A las diez y diez ya estaba en mi casa. Estaba super cansada. Cené y me dormí. A la mañana siguiente, a las siete menos diez me despertó un mensaje de Rubén: " Buenos días, supongo que estarás cansada pero eché de menos nuestra conversacion nocturna"
+ Yo también la eché de menos , pero no me mantenía en pie. Lo siento D: . - le puse
- No pasa nada. Ahora levántate que tienes que ir a la Universidad. - respondió
No le puse nada más. Me duché, desayuné, cogí mis cosas y me puse en camino a la puerta del Sol. Allí estaban las dos. Nos apresuramos, ya que hoy no queríamos llegar tarde, como ayer.
Cuando salimos y llegué a casa, comí y después hice los deberes. A las cinco menos cuarto ya había acabado así que le puse a Rub de quedar.
- Claro enana, quieres venir a mi casa en una horita ^^ ?
+ Vale, me preparo y voy
Cogí las llaves, me alisé el pelo, ya que el mío es ondulado, y fui a casa de Rubius. Timbré en su portal y me abrió. Subí en ascensor y llamé a su puerta tres veces. Tras estas, me abrió, tan sonriente como siempre.
Me hizo un gesto para que entrara a su casa, y me senté en el sofá que tiene en el salón. Estuvimos jugando con las gatas y él me enseñó unos juguetes que le había comprado a su hermana. Eran las típicas " Barbies " de toda la vida.
Sobre las siete, le llamaron al móvil. Era su madre.
- ¿ Qué? ¿ Cómo ocurrió? ¿ Pero qué pasó? . - La angustia y el pánico se le veía en la cara a Rubén. ¿ Qué había pasado? Era la pregunta que en mi cabeza me hacía yo.
KAMU SEDANG MEMBACA
ElRubius. Una historia de amor.
RomansaUna chica de Madrid, por casualidad, conocerá al chico que le hará sentir más especial del mundo. ElRubius. Una historia de amor en vuestros ordenadores.