¿Por qué?

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Quizás llegaste a este momento, con incertidumbre o decepción, y te preguntaras - lo que yo también me pregunté mientras escribía - ¿con que fin escribí este absurdo y estúpido libro? Y luego de pensarlo, me di cuenta que lo había escrito para trasmitir mis pensamientos. Si, como escucharte, para decirte a vos, el lector, que esta "obra, fue compuesta completamente para usted y mi ego, naturalmente.

Lejos, de sentirme culpable por hacerte perder el tiempo, quise demostrar en este tonto escrito, que los pecados que no son dominados pueden llevarte a un final inesperado.

Sin más comentarios que agregar, les mando saludos y mis más (no) sinceras disculpas, por haber leído este pedazo de mí.


Los siete pecados capitalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora