Los siete pecados capitales

Capítulo 7

NIVEL TRES

Se sentía estúpidamente bien, las puertas se abrieron ante él, accediendo a un cuarto extremadamente blanco, pero al avanzar, una luz lo cegó por unos segundos. Sin emitir palabra, una joven apareció frente a él, su voz le hizo poder reconocerla.

Con una sonrisa cálida, lo abrazo, sin importarle si se manchaba con su sangre o no. Por otro lado, un hombre, de canoso pelo, le estrecho la mano, y al igual que muchacha, le restó importancia al líquido rojo que lo cubría.

Y con el tiempo le pareció normal, sangrar, se volvió algo ridículamente normal. Dos jóvenes, muy hermosas, lo guiaron a un baño, que al igual que la anterior habitación, era completamente blanco. Una ducha caliente cubrió las heridas, mientras las bellas mujeres, reían mientras parecían bailar, todo era un hermoso paraíso, un extraño paraíso.

Cuando termino, se vistió del mismo color que todos, volvió a ver aquella mujer, quien, sin deleitarlo con su preciosa voz, lo guio hacia un pequeño balcón. Todo cambio, el mundo estaba destruido, la gente excitada lo observaba con delicia, mientras levantaban sus manos. Quiso retroceder, pero aquella mujer lo miro con los ojos completamente negros.

-El pecado debe desaparecer-

Lo empujo con todas sus fuerzas, y Josh, cayó al vacío, sabiendo que se lo merecía por haber tenido sangre de inocente en sus manos.

Con el corazón en el cuello, Josh, se levantó sudando, y con los ojos abiertos, las paredes grises y manchadas por la humedad lo rodeaban, los gritos llegaban a su oído y el no dejaba de soñar con sangre y paraísos blancos.