Cap 49

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49.

Desperté con un eminente dolor de cabeza. Sentía que un pájaro carpintero me taladraba la cabeza y todo me daba vueltas.

Me senté en la esquina de la cama tratando de enfocar la visión en algo más especifico. Mi subconsciente eligió la pata de una silla, donde el diseño pulía un perfecto espiral de caoba fina. Era una bonita pata de silla.

—Mierda —mascullé cuando un mareo me sacudió al intentar ponerme de pie y, sorprendiéndome al instante de la ronquera de mi voz, que, dicho sea de paso había bajado unos 200 decibles, me sobresalté.— ¡Santo Dios! ¿Que carajos me metí?

Sonaba como un patito de hule afónico.

—No creo que eso sea muy ortodoxo —aseguró una voz grave detrás de mi.

Di un respingo y brinque de la cama como si las sabanas quemaran, al hacerlo, el mareo se intensificó logrando tirarme sobre mi trasero sobre la bonita alfombra.

La risa musical de Liam fue lo siguiente que despertó mi jaqueca.

—Si hubiera sabido que ibas a reaccionar así, habría traído la cámara.

—¡Aaaggghh! ¿Tienes que hablar tan fuerte? —me sostuve la cabeza con ambas manos, haciendo una mueca al escuchar mi voz otra vez— ¿Que haces aquí?

La sonrisa burlona de Liam se extendió aun mas.

—Por favor bomboncito, no me digas que no recuerdas nuestra noche, por que te juro que yo no la voy a olvidar jamás. Creo que sin ti nunca habría descubierto lo cómoda que es esta cama.

Mi cara era un poema.

Aquello debía ser una broma, una maldita broma. Ni de chiste me habría metido con un hombre comprometido ¿verdad? Bueno, ya lo había intentado una vez pero el susodicho no había cedido lo cual 1) agradecía enormemente, pues en ese momento mis hormonas habían tomado el control de mando y Dios sabe lo que habría pasado si el susodicho no hubiera detenido aquella estupidez y 2) había sido tan humillante que difícilmente podría volver a intentarlo.

—Ok, primero: Odio los seudónimos acaramelados, si vuelvo a escuchar "bomboncito" te vomito encima y juro que con lo traigo en e estomago, no va a ser muy difícil. Segundo: Debes estar de broma, por favor dime que estas de broma ¿Por que no llevas camisa? Yo llevo mi ropa... ¡Mierda del cielo! ¡¿Que estoy haciendo con tu camisa?! ¡¿De quien es este short?!

Si mi voz ya era ahogada después de aquél descubrimiento mezclado con el uso prolongado, lograron apagarla de a poco, pues no me callé hasta que no me salio mas voz.

No podía creer que mi nuevo descubrimiento le causara tanta gracia a Liam, quien ademas de estar partiéndose de risa en la cama, también parecía a medio paso de perder la conciencia de pura diversión.

—¡Dime que es una broma!

—¡Que aguafiestas! Me caías mejor cuando no parabas de echarme los brazos al cuello. Eras mas divertida ¿sabes?

—Liam —gruñí. Por todos los cielos! Lo único que esperaba era una respuesta.

—Sí. Es una broma —dijo sin perder la sonrisa divertida—, sólo llegaste a cantar a mi ventana, aunque según recuerdo, era una propuesta de matrimonio bien formal ¿Cuál era la canción? ¿Marry You de Bruno Mars? Creo que alguien vio demasiado Youtube el fin de semana. Solo te falto la coreografía para conv...

—¡Aaaggh! ¡Ya basta! No soporto tu voz —mi irritabilidad únicamente parecía causarle cada vez mas gracia, pero la verdad es que yo no estaba para bromas—. ¡Cielos! Quiero la verdad, ¿que demonios hago aquí?

Afortunado Desastre (LR #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora