Capitulo 45

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Trastabillé hacia el auto con Katy pisándome los talones y Quentin siguiéndonos con la cámara por la acera, varios metros por delante.

La música depresiva había hecho mella en mi atolondrado corazón. Los sentimientos de ira no parecían querer hacerse esperar y la lagrimas me opacaban la visión terriblemente.

No tenia ni la menor duda de que aquello era una terrible idea, pero la necesidad de gritar a Liam con todo mi ser era de vital importancia. No iba a echarme para atrás sin mas preámbulos. Además Katy ya estaba comenzando a afinar la garganta.

—¿Están seguras de que quieren llevarles serenata a sus... ¿Lo que sea? —preguntó Quentin por enésima vez y con la misma apariencia de un entrenador de fútbol que lucha porque su equipo no se rinda pero trata de ser hipócritamente comprensivo solo para que luego no se diga que no es comprensivo.

—¿Vas a ayudarnos o no? —gruñó Katy arrastrando las palabras.

Quentin sonrió abiertamente guardando la cámara en el bolsillo del pantalón. —No me lo perdería por nada.

El resto del camino cantamos a grito abierto canciones de dolor que nos ayudaran a armarnos de valor y no acobardarnos en la misión. Mi corazón roto respondía sin replicas a Some Like You obligándome a hacerla de Adele con medio cuerpo fuera de la ventana del auto de Katy.

"Never mind, I'll find someone like you
I wish nothing but the best for you too
Don't forget me, I beg
I'll remember you said,
"Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead,
Sometimes it lasts in love but sometimes it hurts instead"  

—¿Quieres meter a tu amiga? —gruñó Quentin—. Me van a multar.

Katy tiró con fuerza de mi pantalón, obligándome a volver a mi sitio junto a ella dentro del auto.

Aparcamos a pocos metros de la casa de Liam. Quetin suspiró y saco su cámara del bolsillo antes de volverse a nosotras con aire de resignación.

—¿Están seguras de...?

—¡Que si! —gritamos a la par.

Katy giró hacia mi. —¿Que piensas hacer?

—Lo quiero, no voy a permitir que se case sin hablar conmigo, le voy a decir todo lo que siento —amenacé con voz queda— y nos casaremos.

Quentin intentó ocultar la risa para evitar las vibraciones en la imagen de la cámara, supuse.

Lo miré mal.

—¡Así se habla! —aplaudió Katy—. Ve allá y maestrales quien manda.

Asentí nuevamente llena de valor con la vista al frente. Iba a ir, iba a mirarle a los ojos, iba a decirle que lo amaba mas de lo que podía admitir y el caería en cuenta de que también me amaba me propondría matrimonio, nos casaríamos en Las Vegas en un casino de mala muerte y tendríamos siete hijos antes de cumplir los veinte años de casados.

O tal vez no...

Comencé a llorar.

Quentin gruñó al frente, Katy me abrazo y, llorando también, me preguntó: —¿por que lloramos?

—Va a elegirla a ella. Mírala Katy, es mas bonita que yo...

—Oye, quien dijo que... Bueno si es mas bonita que tú —admitió segundos después de pensarlo mejor, haciéndome sollozar mas fuerte—. ¡Pero no es tan divertida como tú! Es tan... Perfectamente aburrida... ¡Si! ¡Eso! Es una perfecta aburrida, la belleza no durara toda la vida, ve allá y muestrale lo equivocado que está.

Afortunado Desastre (LR #2)Where stories live. Discover now