Capítulo 28

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Ashton despertó con una gran sonrisa al ver a la mujer que amaba entre sus brazos, tocó sus labios deseando recordar la noche anterior. Quería envejecer frente a la chica que tenía. Quería compartir su vida con ella y quería hacerla suya las veces que fueran, porque para él, Annel era su pasado, su presente y su futuro. Levantó su cuerpo de la cama cuidando no despertar a su mujer y se dirigió al baño para tomar una ducha y colocar algo de ropa sobre su cuerpo. Salió de la habitación y caminó hasta la cocina donde esperaba encontrar una nota de su madre. Ashton golpeó su cabeza al recordar la presencia de su madre en la casa. Se maldijo mil veces, había la posibilidad de que su madre los hubiera escuchado. Caminó con rapidez para llevarse una gran sorpresa, la cocina estaba sola pero había una nota. 
“Hijo, diviértete en la boda, saldré por unos días, espero que en mi ausencia recuperes a Annel, creo que es la indicada” decía aquella nota que hizo sonreír al joven. Soltó un suspiro como forma de alivio, y rió al recordar que había recuperado a su chica, a su Annel. 

Miró por la ventana el jardín y las ganas de salir a este lo llenaron. Caminó a la puerta y salió, observó aquel hermoso cielo nublado que lo acompañaba en su mañana. Estaba feliz, una brisa provoco un escalofrío en el cuerpo del chico, cubrió sus manos en los bolsillos del pantalón y frunció el ceño al sentir algo dentro. Sacó su mano con el pequeño objeto que había dentro. Lo miró, era un collar. Lo recordaba, era la joya que había querido darle a la chica que amaba aquel día en el que la castaña decidió romper su corazón, una lágrima resbaló por su mejilla al recordar aquel momento. Sacudió un poco su cabeza para olvidar aquellos momentos que ya no importaban y sonrió al sentir unos brazos rodear su espalda, Ashton cerró su puño para evitar que la chica viera aquel hermoso collar. 

-¿En qué piensas amor? – preguntó la castaña. Ashton giró y miró a su hermosa novia. 

-En ti – susurró antes de besar con ternura a la castaña. Separó sus labios de ella y se alejó. 

-Annel, no sé qué somos ahora, pero estoy seguro de una cosa, quiero ser el hombre que te despierte con un beso, el hombre con el que discutas, el hombre del que te enamores por el resto de la vida. Quiero ser el dueño de tu cuerpo, que seas solo mía y que me llenes de dicha al bendecirme con un niño. Quiero que seas la mujer de mi vida, te quiero a ti para ahora y para siempre – susurró con dificultad él chico, tenía miedo que ella lo rechazará.- No te pido que te cases conmigo, pero te pido un compromiso para casarnos en un futuro – mencionó el chico, una lágrima resbaló por su mejilla. Annel quién lo miraba sin creer las palabras que aquel chico que tenía frente ella se acercó a él y la limpio. 

-Nada me haría más feliz que estar a tu lado – susurró para tomar a su novio en brazos y brindarle el calor de su cuerpo, el joven suspiró aliviado y decidió que era el momento de colocar aquel collar. Annel sintió algo helado en su cuello y llevó una de sus manos hasta el mismo, sintió la presencia de un hermoso pétalo y los labios del chico que amaba en su oído susurrando “No mereces una flor, porque hay millones de ellas, mereces un pétalo porque eres única y fácil de romper, mereces ser digna de un amor, que quiera serte fiel” los ojos de la castaña se llenaron en lágrimas y besó los labios de su chico con tanta pasión. Por fin había encontrado el amor verdadero. 

Diez pasos para enamorar a Ashton Irwin [1era. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora