Una Dulce Tentación [Yaoi/Gay] (Finalizada)

Cap 11: Después de tanto tiempo

Narrado por escritora

Era un lindo atardecer el cual ya estaba pintando la ciudad de rojo con la desaparición poco a poco del sol, Kuroko estaba sentado en su escritorio pensando como es que habría sobrevivido a aquella semana con tales actitudes de sus ex compañeros de juego.

El mas bajo decidió que era tiempo de ir a comprar algo para llenar aquel hueco en su estomago que desde hace unos momentos no lo dejaba pensar con claridad que era lo que iba a decir en su presentación la cual tenia agendada para una semana aproximadamente, se levanto de aquella silla la cual llevaba ocupando unas cuantas horas.

Tomo el camino hacia el Maji Burguer a comprar una malteada de vainilla y unas papas fritas acompañadas por una hamburguesa, en cuanto entro al restaurante no visualizo a mucha gente dentro del establecimiento así que su compra no le quitaría tiempo de volver pronto a su departamento a seguir con su escrito, en cuanto tuvo su orden a la mano se dirigió a la salida con paso calmado, pero al venir distraído no se dio cuenta hasta sentir el impacto de su cuerpo chocando contra otro de mayor tamaño dio unos cuantos pasos hacia atrás para evitar una caída y al volteo hacia la persona contra la que su cuerpo impacto se llevo una gran sorpresa al ver que con quien había tenido ese pequeño accidente era el as de Seirin. El cual fue visualizado de pies a cabeza como si lo estuvieran analizando. Por otra parte aquel pelirrojo agacho su vista para ver a aquel pequeño que lo distraía de su camino a comprar una montaña de hamburguesas al igual que kuroko su sorpresa fue mucha al ver al peliceleste en frente de el realmente el no sabia si solo estaba alucinando o era el hambre que estaba haciendo que viera cosas que tal vez no eran ciertas, pero algo lo saco de sus pensamientos y eso fue que el mas bajo lo estaba llamando.

-Kagami−kun por favor ponga mas atención a lo que esta delante de usted− dijo con calma Tetsuya.

−Ah si, lo siento Kuroko− dijo Taiga haciéndose a un lado para dejar pasar al mas bajo, pero de pronto fue detrás del pequeño y lo tomo del brazo evitando que Kuroko siguiera caminando− Tu no te iras de aquí, tienes muchas cosas que explicarme, así que, espera aquí en cuanto compro algo− dijo mientras caminaba de nuevo al establecimiento.

Kuroko por su parte tenia un leve sonrojo en su rostro y una gran felicidad acumulada, estaba junto a la persona que presencio sus mejores años, sus derrotas y victorias, con quien paso lo mejor de su vida, su luz el que lo hizo saber que el a pesar de todo su pasado lo acepto y le ayudo a llegar a la cima y ser los mejores en el baloncesto. Dejo de pensar eso en cuanto vio a Kagami con una bolsa llena de hamburguesas.

−Anda vamos− dijo Kagami empezando a caminar y dejando unos cuantos pasos atrás a Kuroko, el cual logro estar a su ritmo en unos cuantos segundos, el mas pequeño sintió un roce en su mano y la que causaba eso era la mano del chico con ojos color rubí, y eso para kuroko era una señal de que quería sostener su mano lo cual no negó, el tomarla pudo sentir tanta suavidad en su piel y eso lo llevo a pensar que había tiempo que no practicaba aquel deporte que los unió y que los hizo tan cercanos.

−Y sigues practicando baloncesto Kagami−kun?− Dijo Kuroko un poco curioso

−No, lo he dejado de practicar desde que desapareciste, no tenia mucho sentido jugar si no estabas tu, hubo ocasiones en las que Aomine me retaba pero ya no me llamaba la atención jugar con nadie y mucho menos si sabia que en esos partidos no habría los pases que siempre me esperaban en la cancha y muchos menos si no estaba la persona que me daba los ánimos para seguir jugando− Dijo Kagami con los ojos cristalizados ya al borde de llorar, se dio la vuelta tomado fuertemente a Kuroko del brazo y jalándolo hacia su cuerpo abrazándolo (Imagen multimedia)− Por que te fuiste sin decirme nada Kuroko, te fuiste sin darte cuenta de lo que yo sentía por ti o lo que sentiría al no verte todos las mañanas a mi lado− dijo Kagami llorando y cada segundo apretaba mucho mas a su cuerpo como si no fuese suficiente cercanía.