25º Capitulo - Demasiadas emociones por una noche

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El día de la fiesta había llegado y todo resto de alegría que había tenido el día anterior se había borrado. No tenia ninguna ilusión por la fiesta, en este momento me daba igual si salia bien o si salia mal, incluso si se cancelaba no creo que me llevara un disgusto, es mas igual me sentiría hasta aliviada por no tener que estar preocupada toda la noche.

Era triste pensar que una cosa en la que había estado trabajando toda la semana, luchando por que saliera adelante, la misma que había tenido la idea, la que había puesto todo su empeño ahora le resultara indiferente su obra.

Pero después de todo lo que había pasado el día anterior con Dani creo que se podría entender como me sentía hoy, sin ganas de hacer nada, sin estar pendiente de otros. Por una vez, una sola vez, quería que la gente se preocupara por mi, que estuviesen pendientes de mi, por una vez quería ser egoísta y pensar antes en mi que en los demás. Estaba cansada de estar yo pendiente de los demás, siempre anteponiendolos a mi ¿y como había acabado? Destrozada, hecha un lio, sin ganas de nada. Estaba harta de sentirme así, como si nada de lo que yo hiciera importara porque al final siempre volvía a este estado.

No iba a ir a la fiesta, me daba igual que fuese una fiesta organizada por mi, no tenia la suficiente fuerza como para fingir que todo iba bien y poner una sonrisa cuando las personas que iban a estar allí me saludaran. No era tan fuerte como para hacer eso.

Llamé a Alex para decirle que me encontraba mal y que por eso no iría a la fiesta. Me hizo unas cuantas preguntas, pero nada comparado con las que me habría hecho Mireya si la hubiese llamado a ella, por eso mismo había llamado a mi mejor amigo. Lo que no me había esperado es que este viniera a mi casa a ver si me encontraba bien.

- Alex ¿que haces aquí? - le pregunté extrañada.

- Venia porque me dejaste un poco preocupado. - dijo sentándose en mi cama

- Estoy bien, de verdad - y realmente era así, físicamente me encontraba bien, emocionalmente no podía decir lo mismo. - así que no tienes por que preocuparte.

- ¿En serio? Porque yo creo que si tengo que hacerlo.

- No se por que lo dices... - dije intentando parecer indiferente, creo que no logré mi meta.

- ¿Vero hacer cuanto que nos conocemos?

- Desde siempre, por lo menos que yo recuerde.

- Por eso mismo, hemos pasado el tiempo suficiente juntos para saber cuando te pasa algo, ya se que no soy como Mireya que se entera de todo a la milésima de segundo, pero no te creas que yo no lo hago.

- Me estoy perdiendo...

- Pues yo creo que lo único que estas haciendo es hacerte la tonta para que yo crea tus mentiras, vamos Vero, noté que te pasaba algo cuando me llamaste por teléfono.

- Claro no me ibas a notar igual por que me encuentro mal - dije para convencerlo de mi historia.

- Vale, no me lo cuentes, pero no me sigas mintiendo como si fuera tonto. Si no quieres confiar en mi es tu problema, pero pensé que eramos mejores amigos. - dijo Alex levantandose de la cama y dirigiéndose a la puerta.

"Genial Vero, simplemente genial. ¿Tambien quieres poner en tu contra a Alex? ¿Es que acaso quieres montar un club de fans que vayan contra ti? Porque definitivamente eso parece con la actitud que estas teniendo ultimamente" pensé. No podía dejar marcharse así a mi mejor amigo, no quería hacerlo.

- Alex no te vayas, por favor. - Alex se paró enfrente de la puerta pero no se giró - Tienes razón en todo lo que has dicho. No estoy enferma, simplemente no quiero ir a la fiesta de blanco.

Diario de una indecisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora