#34:Inodoros

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¡Aqui esta!

Yo quería que la primera escena así fuese Ziall pero ¡al publico lo que pida! 

Les juro que vi y leí porno para escribir esto, no sabia como hacerlo :v






Tobías despierta con severas ganas de orinar, necesita deshacerse de los líquidos retenidos en su vejiga.

A tenido uno de esos raros sueños en los que no tienen un comienzo ni un final, simplemente apareces en la escena, esta ves él se podía ver correr por un campo lleno flores e ¿inodoros? a los que le han jalado la cadena y de fondo una inmensa cascada haciendo sonidos de litros y litros de agua caer se veía, un sueño muy peculiar, eso solo puede significar una cosa.

Por eso baja apurado de la cama y corre al baño.

Cuando llega y abre la puerta, trata de no hacer ningún ruido, no quiere despertar a nadie, sin embargo la puerta rechina horriblemente y fracasa en su intento de ser sigiloso.

Sube la tapa de inodoro y baja sus pantalones, siente como un presión desaparece.

"Buu" justo siente algo o alguien detrás de él, susurran a su oído, se sorprende, su piel se eriza, da un saltito y se prepara para gritar "Calma rojito" lo detienen tomándolo de la cadera, si no fuera porque conoce perfectamente esa voz, ya habría pegado un grito de espanto.

Tobías se da la vuelta y enfrenta a la persona detrás de él, quien aun no quita sus manos de sus caderas.

Zaid.

Quien lo mira mordiendo su labio inferior, ocultando una sonrisa.

"Casi me provocas un infarto" susurra poniendo su mano en su corazón "Saca tus manos de encima" dice aunque en realidad eso no es lo que quiere exactamente y sin embargo Zaid lo único que hace es sostenerlo más fuerte y acercarlo mucho más a su cuerpo.

Zaid le sonríe y niega lentamente "Tu y yo tenemos algo pendiente ¿No lo recuerdas?" solo son centímetros los que los separan, Tobías puede ver de tan cerca la característica sonrisa picara de Zaid Malik, jura que esta a punto de desmayarse, necesita sacarle una fotografía desde el ángulo en el que se encuentra, su cerebro se lo pide, suplica, exijé.

Rápidamente el cerebro de el pequeño chico cabeza en llamas viaja a aquella tarde de lluvia en la que supo que sus sentimientos, y ganas en realidad muchas ganas, hacia el mayor es mutuo.

"Perfectamente" sonríe a medio lado sin mostrar mucho sus dientes, recupera el habla que no sabe que ha perdido.

"Entonces continuemos" le propone y ni siquiera le deja responder, porque a los segundos ya lo esta besando, en besos como esos no existen titubeos, nervios ni mucho menos inexperiencia, ambos saben lo que están haciendo y cada movimiento que siguen, comparten saliva, devoran sus labios.

Siente que una escena como esa no se debe desarrolla en el baño así que se separa, lo hala de un costado y lo lleva a su habitación.

Simplemente las palabras sobran, solo cierra su puerta y camina hacia el menor,  lo toma y desesperado saca la camisa de pijama, ya quiere tocar todo de el.

Sus prendas desaparecen rápido, demasiado, aun están parados en el centro de la habitación, rosando sus cuerpo, uno marcando el cuello del otro con sentido de propiedad, soltando gemidos difíciles de callar, ansiosos y o deseosos por lo que perfectamente saben que se aproxima.

Y solo cuando creen que ya basta de roces, mordidas y besos, Zaid lanza, obviamente con cuidado, a Tobías a su cama.

Quien abre sus piernas con flexibilidad a la espera de su compañero, agitado cierra sus ojos y siente la cama crujir, abre sus ojos y mira a su acompañante posicionado sobre su cuerpo.

Zaid lo mira, tan tranquilo pero excitado y deseoso, desciende a su cuello para morderle y Tobías solo se agarra de la espalda ajera clavando sus uñas mientras gime al sentir la boca del otro sobre su piel.

Zaid roza la punta de su miembro en la entrada del chico y este se contrae involuntariamente, sus piernas tiemblan.

Y vibran aun más cuando sin aviso ni preparación Zaid entra en él, mete su miembro erecto y caliente en el muchacho de una solo e inesperado embestida que hace que una grito ahogado quiera salir de su garganta.

Da otra estocada más dentro del sumiso adolescente. quien vuelve a ahogar su grito y solo puede pensar en lo grande que es el miembro dentro de el, en las fuertes y profundas envestidas que recibe y en las que están por venir.

"Quiero que me folle hasta que olvide quien soy" ese es uno de sus pensamientos antes de que otra profunda estocada le impida siquiera hacerlo, aunque el dolor es fuerte, aquel moreno encima de él de verdad lo calienta y Tobías sabe que pronto el dolor pasara .

Zaid siente gran placer cuando en la siguiente embestida, en el momento en el que sus carnes se rozan sin la separación del látex, el chico debajo de él gime tras un gritito de dolor.

Saca su pene y solo deja dentro la punta, toma impulso y vuelve a empezar con embestidas lentas pero profundas mientras sostiene en alto las piernas de su chico cogiéndole de los tobillos. 

Metía hasta el fondo y  sacaba hasta que solo queda la punta para volver a repetir el proceso haciendo llorar de placer a Tobías.

Tobías alza sus brazos, pues sin darse cuenta los tenía sosteniéndose de la cama, y los vuelve a colocar en la espalda del mayor.

Zaid se da cuenta de como Tob presiona sus labios para que de estos no salga ningún sonido sospechoso.

"Quiero escucharte gemir, rojito" susurra antes de besarlo.

En medio del beso Tob gime gracias a una deliciosa embestida y Zaid sonríe complacido.

El ritmo va aumentando, más sonidos de placer y sensaciones se van duplicando.

Y así siguen hasta que Zaid puede sentir las pequeñas convulsiones y espasmos provenientes del cuerpo debajo de él, con una sonrisita maliciosa decide torturar un poquito a Tobías y baja el ritmo de sus embestidas.

Es lento, un poco suave e inconstante, eso desespera a el menor.

"No, rápido" logra decir, el mayor le besa, muerde su cuello dejando más marcas y aumenta el ritmo.

Solo un par de estocadas más y Tobías eyacula manchando de su espeso, blanco y tibio semen ambos abdómenes, gimiendo al oído de Zaid, quien se mueve para también llegar.

Los espasmos y las contracciones de Tob le ayudan a correrse, el pelirrojo no evita gemir cuando siente el caliente y espeso semen llenar su interior.

Zaid cae a su lado cansado y satisfecho, lo toma de la cintura y a pesar de el sudor, semen y calor que ambos tienen no dudan en abrasarse y dormir así.








 

Niall's little princess [z.h] [D.K]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora