Odio Amarte... (Logan Henderson y tú)

Capítulo 18

Llegamos al área de la piscina, era una terraza bastante grande, estaba en una zona privada del bosque por lo cual para entrar pedían tu credencial de estudiante. Al entrar encontramos un orda de chicos de nuestra clase y otros más que al parecer venían de otra escuela. Comenzaron con música alta, arrojaron globos y se estaba descontrolando un poco la situación. Podías ver a Ellen regañar a todos y gritando como loca.

 – ¡Hey! - gritó Emily.– ¡Únanse!- entre la multitud podíamos ver un montón de chicas rodear a Logan, este buscaba a alguien con la mirada, algo alterado.

  – En un segundo.- respondió Alice.

Una chica de lentes se sentó al lado de Logan y él la miró con los ojos bien abiertos, no era como si la chica fuera hermosa, pero tampoco era fea. Usaba un traje de baño común, en dos partes, sólo que en lugar de un "calzón" traía un short. Parecía reservada y tímida, alguien a quien podías llamar "nerd".

La chica sacó su celular sin darse cuenta de que Henderson la miraba casi con la boca abierta, lo cual me desconcertó mucho. ¿qué tenía ella de especial? No lograba entenderlo, pero aún así quise averiguar. Me acerqué a ellos por detrás de las chicas que de una en una iban desapareciendo del lugar al ver que Logan ni siquiera notaba su existir.

  – Hola...- dijo él.

– ¿Hmm..?- Respondió la pelinegra.

– ¿Te he visto en algún sitio?- dijo casi gritando por la música tan alta. A decir verdad, ni siquiera podía oírlo bien, tenía que prestar mucha atención a su boca para leer la conversación de sus labios.

–  Lo siento, no te escucho.- Respondió ella de la misma forma.

  – ¡Ven conmigo! - la tomó de la mano y la sacó de la terraza. Después de mantener distancia los seguí.

  – Perdón, no lograba oírte allá...- dijo ella de forma tímida y tierna.

– No te preocupes, espero no te hayas molestado porque te traje aquí...

– No, de alguna forma me recuerdas a alguien...- dijo muy apenada.

– ¿En serio? Tú también me recuerdas mucho a alguien.- Yo estaba escondida detrás de un árbol rodeado de arbustos. 

  – Vaya, eso es muy raro...- dijo ella sonrojada.

  – Ya veo... ¿De dónde eres? 

–   Los ángeles.

  –  Yo igual... Y... ¿Cómo te llamas?

– Gwen...

– No puede ser... ¡Soy Logan!

– ¿Logan? ¿Henderson?

– El mismo.

–  ¡Oh por Dios! ¡creí que jamás volvería a verte!- ambos se juntaron en un abrazo que parecía tener mucha fuerza. Una punzada dolió en mi corazón.

  –  Gwen, no sabes cuánto te he extrañado.

  – Digo lo mismo...

– ¿Te estás quedando aquí, digo, en las cabañas? 

  – Sí, dijeron que compartiríamos sitio con los de otra escuela, supongo que es la suya.

  – ¡Eso es genial!- la tomó por las mejillas y acercó mucho su rostro, parecía que se iban a besar.

  – Lo sé...- dijo ella como un tomate.

– Ven. Vamos a bailar.

Ambos avanzaron de nuevo dentro de la terraza, mientras yo me senté en el pasto a pensar. Tal vez ella fue su novia, tal vez sólo me utilizó... No sé qué hacer ahora... ¿Debo seguir con el plan?.. ¡SÍ!