Novela "No te vayas, por favor" (Louis Tomlinson) [CANCELADA]

Capitulo 10:

Cuando saqué la cabeza de mi escondite, vi que el supuesto James tenía su puño a centímetros de mi cara, que por suerte estaba quieto.

- Pero señor Louis, esta chica le ha pegado. - intentó entender.

- Tranquilo, está bien así.

Sin importarme la presencia de Louis, me acordé que Blake que aún estaba en el suelo y se tocaba la cabeza como símbolo de dolor. Fui corriendo hacia él y cuando llegué empezó a revisarme con la mirada.

-¿Estás bien? - preguntó preocupado.

- No te preocupes por mí. ¿Tú cómo te encuentras? - le toqué la cabeza cuidadosamente. - Parece que necesitarás puntos. - lo abracé inconscientemente.

Lo ayudé a levantarse y lo acerqué a la carretera en busca de un taxi. Ignoré a Louis y a ese hombre que pegó a mi hermano.

- Si quieres os puedo ayudar... - dijo Lou. Simplemente lo ignoré. - Rachel.

- Oh, te acuerdas del nombre de tu "rollito" - contesté enfada y seguía sin mirarle.

Suspiró.

- Ya sabes porque lo dije, no te pongas así, por favor.

- No, no sé porque no dijiste la verdad. Fui tu novia durante tres años. ¡TRES!

- ¿¡Tres años?! Eso ya no es un rollo, señor Louis. - me interrumpió el hombretón.

Le dediqué una mirada fulminante que hizo que se callara.

- Oye, lo sé y lo siento. - no contesté.

Un taxi apareció. Hice señas pero éste no paró.

- ¡MIERDA! - grité.

- Rachel, cálmate, ¿sí?

- ¿¡CÓMO QUIERES QUE ME CALME SI MI HERMANO ESTÁ SANGRANDO Y ESTOY CON MI EX NOVIO QUE DICE QUE FUI UN "ROLLITO" SÓLO PARA QUEDAR BIEN CON SUS AMIGOS!?

Calló y se rascó la nuca.

- Te he ofrecido mi coche... - dijo algo triste.

Rodé mis ojos dejando un suspiro. Los siguientes 15 minutos seguí intentando lograr mi búsqueda de para un taxi, pero no daba resultado.

- ¿Dónde decías que estaba tu coche? - bufé rendida.

Louis mostró una sonrisa, una sonrisa que hizo que mi corazón se acelerada.

- ¿Por qué sonríes? - le di un codazo.

- Nada, sólo que sigues siendo la misma cabezota de siempre pero con menos timidez. - volvió a sonreír y nos dirigimos a su lujoso coche.

Louis se despidió de James y le dijo que no dijera nada de lo que había ocurrido y éste asintió. Se le veía orgulloso al saber que guardaba un secreto de su "seños Louis". Me puse de copiloto, mi hermano iba detrás estirado ya que se había desmayado. Lou arrancó el coche. Estuvimos sin decir nada durante un rato, pero él rompió ese silencio.

- ¿Cómo te fue por Londres?

"Rachel, no seas borde. Intenta tener una conversación formal y no pierdas los nervios" me dije.

- Muy bien, la verdad. Mi nombre ya es conocido en bastantes zonas del país.

- Aw, eso está muy bien. - dijo sin apartar la vista de la carretera.

- Ya... ¿Y tú con la banda? - pregunté

- Pues perfecto. En unos meses nos vamos de gira mundial. - sonrió orgulloso.

- Madre mía, en tan sólo un año habéis conquistado a miles de chicas, ¿no es así? - reímos.

- Sí, pero yo sólo quería conquistar a una... - dejó de mirar al frente para mirarme a mí.

En ese momento, me sentí incomoda y desvié la mirada.

- Mira, ya hemos llegado. - y salí rápidamente del coche.

Llevamos el cuerpo de mi hermano inconsciente a la entrada del hospital, donde nos atendieron en seguida. Se llevaron a Blake en una habitación y nos dijeron que esperásemos. Así lo hicimos. Los dos estábamos en nuestro mundo con nuestros pensamientos, pero una llamada hizo que despertara de ellos. Provenía del teléfono de Louis. Éste lo cogió.

- Hola, cariño. ¿Qué pasa? - empezó. Ese "cariño" seguro que era por Kelly. - Oh, entiendo, ahora voy para allá. Adiós, hasta ahora. - y colgó. Se levantó y dijo - Lo siento, Rachel, debo irme. Toma, mi número. - y me dio un papelito. Justo después, se dirigió para irse.

Miré ese papel y revisé el número. Me sonaba mucho y decidí marcarlo en mi agenda. Me encontré con una gran sorpresa...

- ¿Eras tú quién me llamaba pero no contestaba?

Se paró en seco. Giró su cara y sólo me veía por el rabillo del ojo.

- De... de... ¿qué hablas? - tartamudeó.

- Ya sabes a que me refiero. - me levanté y me acerqué a su posición.

Quedamos uno enfrente del otro, mirándonos los ojos pero que de vez en cuando, él esquivaba la mirada.

- ¿Por qué me llamabas y no contestabas?

- No sé de que hablas - miró a otro lado.

- Claro, y yo soy Beyoncé. - bromeé y él rió.

- Tan graciosa como siempre... - intentó esquivar el tema.

Lo cogí por el brazo y se asustó.

- Dime porque. - dije amenazante.

Se quedó callado pero al final cedió.

- No te voy a mentir, no lo sé. No sé ni porque te llamaba, no lo sé. Era mi subconsciente quién lo hacía, no yo. De verdad, si te he molestado, lo siento. Creo que quería escuchar tu voz una vez más pero ahora estás delante de mí, mirándome con esos ojos preciosos tuyos que me vuelven loco y... - frotó sus ojos. - Lo siento, ¿vale? - me apartó y se fue.

¿Mis ojos lo volvían loco? Oh dios, creo que morí en oír eso. "Rachel, no. No te vuelvas a enamorar de él o te hará daño" me dije. Pero sabía que era inevitable no sentir otra vez esas mariposas cada vez que me hablaba.

***

- Dormilona, levanta. - alguien daba golpecitos pequeños a mi cabeza.

- Mmmm... Aún es de noche - me incorporé. ¡Dios, que incómodo es dormirse en una silla de hospital! - ¿Ya te has despertado?

- Sí, estoy perfectamente ya. - sonrió Blake. - Escucha, lo siento por causar tantos problemas...

- ¿Estás tonto? ¡Debería ser yo la que me disculpase! Por mi culpa ese te pegó. - me disculpé arrepentida.

- No, fui yo el que te quiso proteger.

En ese instante quise darle un ataque de besos por toda la cara, pero claro, estaba en un hospital y no era plan de hacerlo.

- Awww, que mono eres. - lo abracé. - Gracias.

- No sé dan, Rachel.

Salimos del hospital y fuimos a casa. Allí nos esperaban nuestros preocupados padres que al entrar nos atacaron con preguntas y no paraban. Finalmente, después de decirles que estábamos bien por enésima vez y contarles lo que pasó, nos dejaron en paz. Obviamente no les dijimos que nos encontramos a Louis. Miré el reloj y eran las 5h de la madrugada y necesitábamos dormir para recuperar fuerzas. Decidí que mañana llamaría a Louis para que me explicara lo que le hizo cambiar realmente. Caí en un profundo sueño...