Capitulo 6:

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Las horas pasaron y llegó la hora de irse a la cama. Fui a mi antigua habitación y deshice la maleta poniendo todo en orden. Esa habitación seguía exactamente igual desde que me fui, con dibujos en las paredes, fotos, posters,... Toda mi personalidad estaba reflejada en esas paredes. Me puse el pijama y en sólo cerrar los ojos, desaparecí de ese mundo dando lugar a sueños.

Tocaron a la puerta y ésta se abrió.

- Buenos días, hija. Ya tienes el desayuno. - era mi madre que me despertó, se dirigió hacia mí y me besó la frente.

- Gracias, mamá. - y se fue.

Me puse un vestido que me llegaba por las rodillas de color negro, era de verano y no muy elegante. También me puse un collar en forma de búho que me regaló Sean en nuestro aniversario de un mes.

*Flashback*

Alguien me tapó los ojos con sus manos.

- ¿Quién soy? - dijo una voz masculina que reconocí.

- ¿El amor de mi vida? - le quité las manos de mi cara y me giré para verlo y lo besé.

Él sólo sonrió. Removió sus bolsillos del pantalón y sacó algo que no pude descifrar.

- Mira. - acercó su mano a mi cara y la abrió. Era una cajita de madera con flores pintadas a mano. - Es para ti. ¡Feliz primer mes! - me besó.

Abrí su regalo con delicadeza. Era un collar de búho, donde los ojos eran rubíes, supuse que no serían verdaderos, pero daba el pego. Me quedé sin palabras.

- No sé qué decir... Es precioso. Pero yo no tengo nada para ti... - bajé la mirada.

- Me da igual, mientras tú estés conmigo es el regalo perfecto.

*Fin del flashback*

- Buenos días. - besé la cabeza de mi padre ya que él estaba sentado en la mesa tomando su tostada con miel y mantequilla, su típico desayuno.

- Rachel, hoy deberías saludar a todos los de la ciudad, ¿no crees? - recomendó mi madre.

- Lo tenía planeado. - le sonreí.

Acabado el desayuno, decidí ir a visitar Doncaster y las zonas por las que solía ir. Primera parada: la panadería "Bread or Break". Entré y sonó esa campanita que al abrir la puerta avisa al panadero. Cuando éste escuchó el ruido, salió de la cocina.

- Buenos días, ¿qué desearía usted? - dijo con una sonrisa dibujada.

- Vaya, Robbie, ¿desde cuándo me tratas de usted? - reí.

Se quedó pensativo observándome.

- ¡RACHEL DIOS MÍO! - vino a abrazarme. - Con este corte de pelo y estas mechas no te había reconocido. Has adelgazado y ahora tienes cuerpo de... mujer. Ya no eres esa niñita tan mona - me pellizco la mejilla.

Robbie es el mejor amigo de mi padre, tendrá unos 50 largos. Era rubio, pero sus canas ocultan su dorado pelo. Es el típico hombre risueño que nunca lo verás triste. Su estatura es más baja que la mía y es redondito. Es un amor de hombre.

- Tengo 22 años y no exageres, sólo he estado fuera un año y no he cambiado tanto. - toqué mi barriga que, según él, decía que había adelgazado.

- Lo sé, pero supongo que es por el atuendo que llevas. Pareces más de tu edad. - dijo haciéndome un repaso con la mirada.

Reí.

- Robbie, debo irme. Voy a visitar a gente y a saludarla. Nos veremos más a menudo, ¿vale? - fui a abrir la puerta pero me interrumpió.

- ¡Espera! Toma - me dio un croissant.

- Gracias. - y abandoné ese lugar.

Decidí ir al Elmfield Park, allí fue donde Louis y yo nos dimos el primer beso y donde Richard y yo pasábamos todo el día. Allí, mi mejor amigo trabajaba en un bar móvil pero que se quedó ahí, a no ser que lo hubieran quitado en este último año. Mis predicciones eran ciertas, allí estaba, al lado de lo que se podría considerar lago. Me acerqué. Richard no estaba, pero un hombre de unos 40 años estaba limpiando unos vasos.

- ¿Puedo ayudarte? - me preguntó ya que veía que buscaba a algo/alguien desesperadamente.

- Sí. ¿Richard Danson?

- Este fue despedido hace tiempo ya. - quedé paralizada... ¿y ahora como lo encontraría? No me acuerdaba de su casa... - ¡Es broma, mujer! - rió a carcajadas mientras yo levanté una ceja. - Se fue a comprar un regalo para una amiga que había vuelto de Londres o algo así.

Mi cara se iluminó. ¿Un regalo para una amiga que regresó de Londres? ¡ESA SOY YO! ¿Cómo se había enterado? Ah, claro, mis padres siempre han tenido muy buen contacto con los suyos y seguro que se lo dijeron.

- Gracias, señor. - me fui corriendo a la tienda más cercana de regalos.

Ahí estaba, lo vi desde el escaparate. Estaba mirando pulseras y de las caras. Me fijé en su rostro. No había cambiado nada desde el último año, fracciones suaves con sus ojos miel y su pelo rubio, pero su peinado era distinto, siempre se lo puso de lado y esta vez lo tenía de cresta. Verlo tan apresurado mirando el regalo perfecto para mí me causo gracia, era el mismo Richard de siempre, el que conocí con 10 años y nos volvimos inseparables.

Decidí esperarlo a la salida, apoyada a la pared. Al fin salió apresurado por volver a su trabajo.

- Tssss. - lo llamé. - Mono feo. - siempre le llamaba "mono".

Él se paró en seco. Se giró lentamente y su cara cambió al instante de verme.

- ¡COLCHESTER! - gritó mientras vino a abrazarme. - Te he echado muchísimo de menos - oí en su voz temblorosa que estaba emocionado. - Y cuando mis padres me dijeron que habías vuelto... empecé a llorar.

Se me escapó un lágrima de felicidad.

- Yo también te he echado de menos y no sabes cuánto. - me separé de él.

- Toma, es un regalo para ti. - y me entregó una bolsa con algo dentro.

La abrí y saqué una pulsera dorada que ponía: "I missed you but now you are at home". Volví a abrazarlo de la emoción y se lo agradecí mucho mientras le daba besos en la mejilla.

- ¿Te han dicho algo de Louis? - preguntó de repente.

Negué con la cabeza.

- De eso quería hablarte yo... - cogió mi brazo y nos dirigimos a un banco para sentarnos y poder hablar. - Siéntate.

- ¿Pero no has de ir a trabajar?

- Al cuerno el trabajo, esto es mucho más importante.

Nos sentamos y él me cogió las manos con tristeza en los ojos.

- Louis...- suspiró diciendo que no con la cabeza y mirando el suelo.

- ¿¡Qué pasa, Richard?!

Novela "No te vayas, por favor" (Louis Tomlinson) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora