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Casi toda su infancia la había pasado con su abuela y fue gracias a ella que aprendió a leer, como un ávido lector a sí mismo.

En sus tiempos libres, solía ir directamente a la casa de su abuela e ir a su habitación para tomar un libro de la estantería más alta y pedirle que lea para él, haciendo su mejor puchero para convencerla.

En la escuela, siempre ocultaba su amor por la lectura con el temor de ser intimidado por sus otros compañeros, ya que ellos lo encontraban algo patético. Pero a medida que los años pasaron, comprendió que no debía avergonzarse por su afición. Y desde entonces, siempre lleva consigo un libro a donde quiera que vaya. Pero ahora que su abuela es cada vez mayor, las cosas han ido cambiando.

Comenzaba a tener problemas con su lectura y ahora era JongDae quien tenía que leerle a ella. No es que le importará, él amaba cuidar a la mujer mayor y se sentía responsable de cuidarla como cuando ella lo hacía con él en los momentos en que sus padres estaban ausentes, que era la mayor parte del tiempo.

Tomo nuevamente el libro y sintió por segunda vez como es que las páginas asimilaban ser copos de nieve con su tacto, y en el momento que leyó la primera frase del libro, se adentró en él de inmediato. Todo a su alrededor parecía desvanecerse poco a poco, entrando al nuevo mundo en sus manos.

Había leído demasiado en tan poco tiempo, que un momento irresistible tiró de sus parpados para cerrarlos. Su conciencia fue siendo olvidada en la oscuridad y JongDae cayó en el estado lánguido del agotamiento.

...

Las escaleras comenzaban a rechinar dirigidos al segundo piso. Se escuchó un maullido suave de bienvenida a Minseok. Tan pronto como entro, un gato regordete ya estaba en sus piernas, frotándose continuamente.

Minseok dirigió la mirada hacía el minino y una sonrisa apareció en cuando diviso al gato mirándolo con los ojos bien abiertos, pidiendo algo que Minseok solo conocía.

Le regalo una sonrisa divertida mientras sus pequeñas manos alcanzaban el pelo blanco del gato y, finalizó al atraerlo hacía su pecho. Acunó al animal en sus brazos, provocando una serie de maullidos y ronroneos fuertes al sentir el vaivén lento que su dueño ofrecía con cada apretón.

No seas tan fuerte, princesa — Dijo Minseok mientras reía ante las reacciones que el minino tenía.

Aquellos mimos fueron interrumpidos por un fuerte ronquido. Ambos miraron a su alrededor en busca de la fuente de sonido. Se quedaron en silencio, escuchando la respiración pausada que llenaba las cuatro paredes.

Sostuvo aún más al gato en su pecho de manera sobre-protectora, decidido a seguir el sonido de los ronquidos, comenzando a moverse en la sala con pasos cautelosos.

Inesperadamente, el gato saltó de sus brazos y corrió a una dirección aleatoria.

— ¡Hey!Exclamo mientras daba un suspiro, obligándose a seguir hacía el fondo de la sala.

Sus pies llegaron donde debería y regreso la mirada hacia abajo, donde la gran bola de pelos blancos se encontraba sentado en el suelo frente al sillón.

Poco a poco, fue acercándose el gato mientras sacudía su cabeza divertido.

No sabía que podrías correr tan rápido —Sonrió.

Sonrisa la cual desvaneció al ver a un joven durmiendo tranquilamente en el sillón situado frente a él.

— ...Oh —

Sticky Notes And Soggy Coats | ChenMin.On viuen les histories. Descobreix ara