Mi vida presidencial

(5) Te vuelvo a ver

Abrí los ojos, algo asustada y desorientada. El fuerte dolor de cabeza no me dejaba pensar, y apenas podía mantener mis ojos abiertos. Mis manos fueron a parar a mi frente, donde parecía que tenía algo de vendaje y mis manos estaban llenas de golpes.

Dónde estaba? Cómo llegué aquí? Parecía que estaba en una habitación. Notando los detalles a mi alrededor, podía decir que era de un matrimonio. La cama era grande, los colores neutrales y una foto de bodas en la mesa de noche, me daba este pensar.

Unos minutos luego, me pude levantar un poco, sosteniéndome en mis codos. Mis pies estaban sucios, y con sangre también, mis piernas, todo un desastre. Me detuve por un momento al notar el bulto que tenía en mi estómago...a caso estaba embarazada?

"Hasta que por fin abriste los ojos!" una mujer de tez blanca, cabello rubio, ojos marrones, probablemente de unos cuarenta años, y muy simpática, me dijo entrando a la habitación.

"Dónde estoy?" le pregunté mientras ella me hacía acostarme nuevamente.

"Te encontré en el bosque, estabas lastimada, y no respondías. Como pude, te traje hasta aquí, me hice cargo de la herida en tu cabeza, y por mi experiencia en el hospital, te puedo decir que tu bebé debe estar bien" aun no podía procesar sus palabras.

"El bebé está bien? Qué me sucedió?"

"Aparentemente caíste de muy alto, por la posición en que estaban tus manos, puedo deducir que estabas cuidando de tu bebé. Estabas inconsciente, toda llena de sangre. No te pude llevar a un hospital, pues no tengo auto...mi esposo regresa en unos días. El está trabajando en otra ciudad..."

"Gracias..." fue lo único que le dije, cerrando mis ojos.

"Qué hacías por este lugar? Cuál es tu nombre?" en ese instante, quedé sentada, arrepintiéndome al instante de haberlo hecho, pues el dolor de cabeza se intensificó.

"No sé lo que hacía, en realidad...no sé mi nombre..." el pánico se apoderó de mí. En esos instantes me di cuenta que no sabía nada, no sabía quién era, no sabía que hacía por allí, ni siquiera recordaba estar embarazada.

En esos instantes, el bebé decidió darse a sentir, tomándome por sorpresa cuando se movió dentro de mí. Mis ojos abrieron en sorpresa, la amable mujer frente a mí notándolo.

"Tu bebé se movió, cierto?" yo simplemente asentí con mi cabeza, "No te preocupes, todo saldrá bien. Mi nombre es Luisa, y tan pronto como Antonio llegue, ambos te llevaremos al hospital y podrás encontrar a tu familia. Te aseguro que deben estar muy preocupados por ti..."

"Probablemente..." no sabía que más decir. No sabía quiénes eran mi familia, mucho menos si me estaban buscando.

"Ven, vamos para que te des un baño y luego comas algo. No sabemos cuánto tiempo llevas sin comer, y eso no es muy bueno para el bebé. Podrás vestir algo de mi ropa, creo que te puede quedar" dijo ella mientras me ayudaba a levantarme de la cama y me guiaba hasta el baño.

Bajo el agua caliente, intenté forzar mi mente para recordar algo. Por más que lo hacía, todo estaba en blanco. Lo único que podía sentir era miedo, como si alguien me hubiese estado siguiendo; tal vez por eso me encontraba en el bosque?

Las sortijas en el dedo anular, llamaron mi atención. Dos sortijas totalmente distinta; una se veía excesivamente costosa, mientras la otra se veía sencilla, de poco valor. Quizás estaba casada? Seguramente, tal vez por eso puedo explicar el pequeño bulto en mi barriga.

Pasaba mi mano, sintiéndome algo extraña. Será un niño o una niña lo que cargaba dentro? Cuánto tiempo tendría de embarazo? Mi familia estaba feliz por la llegada de este bebé?