Dulcemente tú

Capítulo 3

Aquí os dejamos un nuevo capítulo de la historia. Esperamos que os guste, que comentéis y que nos digáis qué es lo que esperáis que pase ahora. :)

NICK

Estaba en mi despacho entre papeles. Tenía una cita con mi prometida y la organizadora de la boda que no podía saltarme aunque quisiera. Debía poner freno a Sam, ya que si me descuidaba, gastaría todos mis ahorros y pasaba de quedarme arruinado por culpa de una boda.

El teléfono de mi mesa sonó, iluminando la luz que señalaba que era mi secretaria. Resoplé cansado pero debía coger. Teníamos mucho trabajo y podía ser algo importante, así que descolgué el teléfono.

—Dime.— Contesté de manera muy seca.

—Su amigo Kevin está aquí. ¿Le hago pasar?

—Sí. Ya no me acordaba de que le había citado. Gracias por avisar. Puede pasar cuando él quiera.— Dije cansado. Colgué y cerré alguna de las carpetas que tenía sobre la mesa.

—Ya la has podido liar gorda, Nick. Vaya cara que tienes.— Comentó Kevin nada más entrar. Bufé sin ganas de discutir ni de que me putearan.— ¡Vale! Lo capto. Hoy me toca escuchar y comentar. Lo capto.— Se sentó en una de las sillas de delante de la mesa.— Cuéntame. Suelta por esa boquita que lo estás deseando.

—Me enfrenté a Amber. Le dije algo que no debería haber dicho pero no me pude callar. Me calentó de tal manera que...—Me mordí el labio y apreté los puños.

—¿Qué le dijiste? ¿por qué discutisteis?

—No quiere que le termine la obra del local. Es terca como una mula, joder. Le dije que era una estrecha y me pegó un bofetón.— Kevin rió divertido.— Sé que me lo tenía merecido. Lo reconozco, pero es que no me pude callar. Fue superior a mí.

—Sí. Te lo merecías.— Dijo asintiendo.— Que poco sensible eres, Nick. Así no la conquistarás de nuevo en la vida.— Alcé una ceja.

—¿Quién te ha dicho que la quiero volver a conquistar?— Pregunté

—¡Venga, Nick! ¿Me tomas el pelo o te engañas a ti mismo? Está claro que sigues enamorado de ella. Lo que pasa es que te jode que sea independiente y pase de ti.

—Te recuerdo que estoy comprometido y que me voy a casar en unos meses

—Pero es una Barbie que no tiene nada en común contigo y que tampoco la quieres. A mi no me engañas, Nick. Recapacita antes de que te jodas la vida y no haya vuelta atrás.

—Cállate y déjame en paz.— Protesté sabiendo que tenía razón.

—Ya te dejo solo, tranquilo. No quiero molestarte más. Sé que no te gusta oír verdades.— Kevin se puso en pie.— Nos vemos. Y no seas tan terco, anda.— Asentí y con un movimiento de mano, lo despaché.

Resoplé cansado de tanta historia. Él siempre le daba a razón a Amber. ¿Por qué? ¡Si era mi amigo, no el de ella! ¡Maldita fuese! Hasta me hacía discutir y enfadarme con mis amigos. Que ganas tenía de perderla de vista y volver a mi vida normal, con mi prometida y mis padres.

Salí del trabajo justo para llegar a la comida. Odiaba ese tipo de cosas, pero no quería correr riesgos y perder el dinero que había ahorrado. Conduje hacia el centro de la ciudad y aparqué en el parking para clientes. Bajé del coche, preparándome para lo peor, puesto que no entendía de nada de flores, música ceremonial... Resoplé deseando que acabase.