El niñero •Martin Garrix•

Capitulo quince

Es increíble estar enamorada. Ese sentimiento de alguien haciéndote feliz, acariciando tu rostro, diciéndote todos los días que eres hermosa aunque tu no lo creas, es simplemente perfecto.
Mis padres siguen de vacaciones con mis hermanos, y yo sigo siendo la persona más feliz del mundo aunque algunas veces me pongo a pensar.... ¿Qué pasará cuando ellos vuelvan? Obviamente Martin tendrá que regresar a su hogar, y tendré que decírselo a mis padres pero ¿cómo? No tengo ni idea de como lo tomarán.
- Izz, ¿qué opinas? - sacudí mi cabeza y aterrice a la realidad.
Todos esperaron mi respuesta.
- Lo siento ¿qué?
Unos rieron un poco y otros simplemente rodaron los ojos.
- Ay pequeña enamorada, estábamos diciendo que si nos prestarías tu casa para hacer una pequeña fiesta, tu sabes, para festejar la última semana de vacaciones - Explicó Julian.
Escenas de la anterior fiesta llegaron a mi cabeza como estrellas fugaces, yo ebria, yo bailando sobre la mesa, Martin besando mi cuello, Martin golpeando a Julian, yo golpeando a Jazmine. No, no, no y no.
- Vamos, no seas una aguafiestas.
- Si, vamos Izz.
No podía aceptar, Martin se enojaría conmigo, pero si no aceptaba mis amigos lo harían... Así que...
- Está bien. Está bien.

Abrí la puerta de la casa, como de costumbre, no había nadie.
Camine hasta la cocina, abrí el refrigerador y saque la jarra de jugo y me serví un vaso. Escuche la puerta de la sala cerrarse, que raro, rosa se había tomado el día.
- Hola amor - Martin entró a la cocina con un pastel en una bolsa y una botella de sidra... ¿Martin? ¿Martin está aquí? ¿No se supone que debería estar con su familia? Mierda, mierda.
Le sonreí con un tanto de nerviosismo, él me rodeo con sus brazos y me besó.
- ¿Qué pasa? Se supone que estarías con tu fami... - Me besó de nuevo.
- Les dije que quería pasar el día contigo - Sonrío, oh mierda, si sonreía de nuevo le besaría hasta los ojos.
- ¿Y ese pastel...?
- No quise ser exagerado, pero han pasado 5 días desde... Tu sabes, desde que estamos juntos.
Era tan tierno que nadie se resistía a él, ahora ¿cómo le digo lo de la fiesta?