27 - Me duele el cuello

741 112 7
                                    

Me levanté al día siguiente con el cuerpo totalmente recargado. 

No hay nada como una noche de sueño para renacer. Me levanté y me puse la camisa del traje que siempre uso.

Aunque en mi mundo nunca fui alguien que le gustara vestir formal, debo admitir que me gustaba mucho el conjunto. 

O tal vez debería pedirle a Brokk que me haga varias ropas con esa tela resistente y suave... Mejor esperemos un poco, ayer realmente lo dejé sin ganancias.

Si no tengo cuidado, la próxima tal vez me hará un arma que me explote en la cara.

Mientras bajaba y estiraba mi cuerpo. El olor del desayuno inundó mi nariz y pude apreciar a Miyu de espaldas moviéndose feliz por la cocina mientras tarareaba una canción.

Ella... Dios sí que tiene un hermoso trasero. Sus pechos también se veían bien en ese atuendo de maid, pero es genial ver el otro lado

Sé que está mal, lo sé... Pero quería seguir viéndola por un tiempo más. Desafortunadamente ella escuchó mis pasos y se dio vuelta.

Me recibió con una sonrisa un poco avergonzada. Seguramente adivinó que yo la acosté anoche.

— ¡B-Buenos días, Maestro Crane!

— Hola, Miyu. ¿Dormiste bien?

— ¡AAHHHHH! 

Miyu casi suelta el plato que ponía en la mesa al escuchar mi voz. O al menos la voz grave y robótica que la máscara generó.

— ¿Qué pasa? — Aunque sabía la razón, no podía dejar que ella hiciera de esto algo importante.

— ¡Maestro, su voz!

— ¿Qué pasa con mi voz? — Me senté mientras ella hablaba.

Esta vez me preparó unos huevos revueltos, con pan seco, tocino y jugo de naranja. Era simple, pero de mis favoritos.

—... Nunca antes la había escuchado — Ella susurró tranquilizándose.

— ¡Ah, es verdad! No te dije. Tuve unos problemas con un veneno que lastimó mi boca. Ayer visité a un colega que me ayudó y ya puedo hablar, aunque este tono es temporal.

— E-Entiendo — Miyu se sonrojó un poco al notar mi mirada en ella — Pero si ayer fue solo a curarse... Eso significa que... ¿Soy la primera en escuchar su voz?

...

La miré totalmente en blanco.

¿En serio eso es lo primero que piensas?

Parece que ella también se arrepintió de sus palabras, se cubrió la cara que ambas manos.

Pero yo podía ver sus orejas rojas y me generó una leve sonrisa inconsciente. 

— Bueno, a parte de mi colega, sí. Eres la única que me ha escuchado desde que llegué aquí.

— ¡¡Hmmm!!

Miyu abrió un hueco con sus dedos para verme, pero sus chillidos solo aumentaron. 

— Jejeje — No pude evitar reírme levemente, pero ella no lo dejó pasar.

— ¡No se malo, maestro Crane! 

Me agrada esto. Ya no está tan nerviosa a cuando nos reencontramos.

— Está bien, está bien. Por ahora siéntate a comer conmigo.

— N-No creo que sea correcto que lo acompañe, las sirvientas usualmente-

De un simple abandonado a uno invencibleWhere stories live. Discover now