De un simple abandonado a uno invencible

17 - Reencuentro

Rebecca me llevó a una pequeña oficina apartada en el segundo piso.

Había un par de aventureros vigilando la puerta. Al entrar era una oficina sencilla con un librero, escritorio de madera y muchos documentos por todos lados. No era muy organizada.

También tenía una pequeña ventana donde la vista de Elmor era hermosa, en especial a media noche como ahora con todos los carteles y lámparas encendidas.

Ella se sentó en su escritorio y me señaló el asiento mientras apoyaba sus brazos con su barbilla. Muy atenta a mi propuesta.

Me senté con calma, mientras pensaba en el siguiente paso ahora que me volví un aventurero.

No quería involucrarme con la guerra entre las pandillas o la familia del gremio, pero como no puedo hacer todo por mí mismo, pensé que los contactos e influencia de la persona en frente de mí, serían muy útiles.

— Necesito vender algunos cadáveres de monstruos que obtuve de camino aquí.

Pude notar por sus orejas que estaba ligeramente decepcionada.

Tal vez esperaba algo más importante.

— Todos los aventureros registrados pueden vender eso sin problemas, Crane-sama — Ella mencionó con indiferencia.

— Pero no los que yo tengo.

Saqué los cuerpos del penúltimo piso. Los Golem elementales y su jefe, el multielemental.

Eran puros núcleos de su elemento base, así que no ocuparon mucho espacio. Pero había suficiente para llenar el escritorio.

— ¿¡G-g-g-golems e-elementales!? - Rebecca se recostó en su asiento como si estuviera a un soplo de desmayarse.

... ¿Debí sacar otro tipo de monstruo?

— Me encontré con ellos en una mazmorra lejos de aquí, y no sé qué hacer con ellos.

— ¿¡Sabes lo valiosos que es esto!? Cada uno de estos vale al menos 200 monedas de oro y ¡¡tú sacas como 30 de ellos como si nada!!

Si le digo que solo saqué la mitad... Mejor me quedo callado.

— ¿Puedes venderlos?

Rebecca suspiró mientras recogía uno y lo examinaba con delicadeza. Igual a evaluar un diamante.

— Tardaré un tiempo. Pero es posible... aunque con esta cantidad, lo mejor sería venderlo en el mercado negro, si quieres que nadie se entere de esto claro.

— Te lo encargo. Necesito el dinero con urgencia.

— Le daré al menos un tercio de las ganancias en un par de días. Es una promesa — Rebecca mostró una sonrisa confiada.

Parece que tomé una buena decisión con esto.

— Bien. Quédate con el 15% como tu comisión.

Ella se sorprendió por el arreglo.

¿Creíste que no sabía tus intensiones? Sigue soñando

— Señor Crane-sama, eso es demasiado dinero. No puedo aceptarlo, no cuando hablamos entre amigos, jejeje.

— 20%... Y no vuelvas a hablarme cuando pise el gremio.

Rebecca estaba a punto de llorar, y esta vez era en serio. No podía vencer a este tipo listo y obstinado.

—... 10% y ¿Consideraría aceptar una solicitud de mi parte?

Ella me miró con los ojos de un cachorro triste entrelazando los dedos en súplica. Lo que fue algo gracioso con el contraste de las orejas de gato.