09 - more love.

903 48 0
                                    

En la tranquila ciudad de buenos aires, estábamos Enzo y yo, quienes enfrentábamos una supuesta crisis en nuestra relación. Después de varios años juntos, las peleas constantes y la falta de comunicación pusieron a prueba nuestro gran amor hacia el otro, y no es por nada pero, siento que estamos al borde de terminar.

En esta tarde soleada, decidí darme un tiempo, para reflexionar, me dirigí hacia el parque, mi lugar favorito para encontrar paz y claridad. Es decir, nunca había nadie por muy lindo que era este lugar. Los pastizales estaban perfectamente cuidados y los árboles rondaban por todas partes, el aire siempre era fresco.

Mientras pensaba sobre cosas cotidianas y me relajaba, iba tan distraída que no me di cuenta cuando tropecé con una gran piedra, de decoración. En ese mismo instante caí al piso el cual se conformaba por más rocas, estas mismas fueron las que hicieron decenas de cortes y rasguños en mis piernas.

Lance un gemido de el dolor, mis piernas se estaban durmiendo de aquel dolor tan intenso. La sangre chorreaba intensamente de algunos cortes.

Mis ojos derrochaban cientos de lágrimas, hasta que me asuste. Me habían cargado en brazos. Era Enzo, me tomo por sorpresa.

- ¿Que haces acá? No tendrías que estar — Iba a continuar hasta que me interrumpió.

- Shh, hace silencio, quédate tranquila. Solo no te encontraba y supuse que estabas acá, te vine a buscar y justo te vi cayéndote. — Responde y me da una explicación para que no pregunte más.

Al llegar a casa, enseguida me recuesta sobre el sofá y desaparece por la puerta. Realmente se notaba preocupado.

A los minutos apareció con un botiquín y se sentó a mi lado. Comenzó a aplicar agua oxigenada en mis heridas, realmente ardía. Aunque el lo hacía con la mayor delicadeza posible.

Algunas lágrimas salían de mis ojos.

Finalmente terminó de poner algunas vendas. Al momento que terminó, me cargo en brazos y me recostó en nuestra cama. Seguidamente me empezó a hacer mimos en mi cabeza y a dejarme algunos besos por toda mi cara.

Tenía las piernas literalmente dormidas y moretones iban apareciendo con los minutos, aquel golpe fue realmente fuerte.

Enzo se había desaparecido hace unos minutos, mientras tanto yo puse una película para ver.

Amaba ese momento bondadoso que tuvo, fue como si por luego de largos días, volvíamos a ser nosotros, la preocupación y el alivio por aquel incidente nos hizo ver cuanto nos preocupábamos por ambos.

Iba a la mitad de la película, cuando Enzo entro a la habitación con una bandeja llena de comida, realmente se veía deliciosa.

Se me escapó una sonrisa, por inercia.

Un largo rato después, habíamos terminado de comer. Nuestra cena se había tratado de una charla muy importante, algo que nos hacía falta, hablar. Y realmente nos hizo bien, ambos sabíamos que nuestra relación no estaba de lo mejor, y nunca pensamos en el otro, que nos sucedía. Nos abrimos uno al otro, compartimos nuestros miedos, dudas y metas del futuro, algo que hace meses no hacíamos.

En ese gran momento de vulnerabilidad y sensibilidad me di cuenta de que lo seguía amando profundamente. Nos comprometimos a trabajar juntos para superar completamente nuestras diferencias y fortalecer la relación. Sería como comenzar de cero, solo que aún somos pareja y todo se iba a tratar de enfocarnos en mejorar.

A medida de que la noche iba apareciendo, nuestro amor por parte de ambos también lo hacía, y aún más nuestras ganas de contar cosas importantes...

One Shots - Enzo Vogrincic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora