•❅°Four

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El regreso a Corea había sido bastante tranquilo, nadie había visto las relucientes argollas que los unía  como esposos porque Yoongi les había colocado cadenas de oro a juego y ahora ambos las llevaban en el cuello bajo sus camisetas.

Al llegar al aeropuerto todo fue silencioso lo cual agradecían todos porque en realidad solo querían llegar a dormir y recobrar energías después de un largo vuelo.

El equipo se despidió y cada uno abordó su auto que los esperaba afuera de Incheon para ir a sus respectivas viviendas. Jin y Jennie se fueron por su lado y el staff también.

Yoongi y Jimin subieron a la Suv negra que los esperaba, se sentaron uno al lado del otro y entrelazaron sus manos. Ahí podían ser un poco más libres. Jimin le sonrió a Yoongi y se apoyó en su hombro cerrando sus ojos.

     —¿Tienes sueño Minnie? —Indagó el mayor mirando al manager a su lado.

Tenía un poco de ojeras por mucho  trabajo y poco descanso pero aún así se veía hermoso ante los ojos de Yoongi.  De hecho para Min, Jimin era el hombre más bello un ángel del cielo que le habían enviado solo para él.

Llevó una de sus manos para acariciar el cabello de Jimin quien sonrió ante las caricias.

     —No tanto como sueño Yoon solo estoy cansado un poco.

Yoongi sonrió porque entonces su plan podría dar marcha. En la noche lo llevaría a una bonita cita —A escondidas— para celebrar también  ahí en Seúl su nuevo enlace. Quería aprovechar cada momento y cada instante con su ahora esposo, no desaprovecharía nada después de todo la vida no era eterna.

Aunque si pudiera vivir más de mil años sería feliz si fuera siempre al lado de su esposo.

     —Llegamos Señor Min. —Susurró Yoongi en el oído de Jimin quien sonrió al oír que le llamaba por su nuevo apellido. 

Jimin se sentía orgulloso de portar el apellido del hombre que amaba y lo hacía feliz. Era como ser merecedor de un título muy importante para él, lo único que lo entristecia era que no podía revelarlo o lucirlo públicamente.

La Suv estacionó enfrente de la vivienda de ambos, vivían en un bonito y elegante complejo habitacional  de apartamentos donde también vivía alguno que otro famoso, así que se podía observar mucha seguridad en el lugar. Cada  apartamento  era diferente al gusto de cada dueño y estaban alejados  unos de otros con bastantes metros de distancia para privacidad de cada uno.

La Suv de la empresa de fue luego de dejarlos.

Cuando finalmente estaban en la privacidad de su residencia Jimin dejó salir un jadeo de satisfacción al sacarse los zapatos.

     —Mmmm, hogar dulce hogar. —Soltó dejándose caer sobre el gran sofá de terciopelo blanco que era parte de la sala.

Era feliz estando sin cámaras ni más personas al rededor.

Yoongi sonrió imitando su acción, ya habría tiempo más tarde para desempacar. Se dejó caer al lado de Jimin después de quitarse la sudadera y la gorra   que llevaba puestas, también sus lentes de sol que los había dejado sobre un aparador.

     —Esto es lo mejor. —Secundó Yoongi estirando sus brazos y atrayendo a Jimin hacia él. —Pero es más fantástico porque  estás conmigo Minnie. 

Jimin sonrió subiendo al regazo de su esposo y rodeándolo por el cuello y se acomodó bien y Yoongi le tomó por la cintura con una mano mientras la otra viajaba por toda su espalda dando suaves caricias sobre la camiseta de Jimin.

     —Me encanta cuando tenemos tiempo para nosotros Yoonie, amo nuestros momentos domésticos. —Sonrió el menor enterrando su rostro en el cuello de Yoongi llenando sus pulmones del aroma varonil de su esposo.

❀.°•𝚈𝚘𝚞 𝙺𝚗𝚘𝚠 𝙸 𝙺𝚗𝚘𝚠 |𝚈𝙼| •°.❀Where stories live. Discover now