II. Mariposas

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⸻ Estás muy callado ahora, ¿qué pasó? ⸻ aquella pregunta salió de tu boca antes de si quiera tener tiempo a pensarla. ⸻ No me digas que te he puesto nervioso. ⸻ bromeaste, una sonrisa jugetona formándose en tus labios.

No te respondió, él simplemente se conformó con mirarte fijamente a los ojos sin pestañear hasta el punto en el que comenzaste a ponerte nerviosa.

Tu mirada cambió y tu actitud traviesa también. Él vió cómo tus mejillas comenzaron a teñirse de un lindo color rojo, mismo tono que tus gafas y pensó en lo adorable que eras, sonriendo cálidamente

Tal vez si exista la posibilidad de que también esté enamorado de ti.

⸻ Ejem... ⸻ te aclaraste la voz para intentar disimular un poco y te levantaste. ⸻ Voy a ir a... eh... ⸻ agarraste tu taza de café y la alzaste, exclamando con tono nervioso ⸻ Me voy a la cocina a rellenar mi taza, ¡ahora vuelvo!

Y rápidamente, saliste del balcón y entraste a la mencionada cocina, suspirando mientras tu cara enrojecía y pensabas en lo que acababa de suceder, dejando la taza en la mesa.

Cinco minutos pasaron y Karasu empezaba a preocuparse.

"¿Qué estará haciendo que le cuesta tanto rato? Normalmente un café no toma mucho tiempo."

Se levantó de la silla plegable y caminó con paso ligero y silencioso hasta donde estabas.

Entonces, apoyó el hombro en el marco y se te quedó mirando.

Tus grandes y (como él mismo definía) bonitos ojos marrones estaban pegados a la encimera y tu cara sonrojada seguía igual que antes. Fue en ese entonces cuando una idea pícara surgió de la nada.

⸻ ¡Daisy! ⸻ canturreó el chico, alargando la vocal final mientras se colocaba detrás tuya.

Sus grandes manos se posaron en tus caderas, acariciándolas y dándoles un pequeño apretón mientras él apoyaba su mentón en tu hombro, mirándote directamente y sonriéndote de esa manera tan coqueta.

Sentiste como tu respiración se cortaba y tu cuerpo se tensaba debido a su cercanía. Karasu inmediatamente notó eso y aprovechó la oportunidad para meterse contigo y devolvértela.

⸻ ¿Qué pasó, nena? No me digas que te he puesto nerviosa. ⸻ preguntó, sus labios aún curvados.

Su voz era baja y ronca, su respiración calmada chocaba contra la sensible piel de tu cuello. Sus manos se deslizaron lentamente hasta tu cintura, donde te rodeó con sus musculosos brazos, reteniéndote contra la mesa de de cocina.

⸻ ¿Qué? No seas imbécil...

Karasu rió.

⸻ No me molesta que me llames así. ⸻ declaró, su voz suavizándose. ⸻ Después de todo, soy tu imbécil, ¿no crees?

⸻ Supongo. ⸻ respondiste dudosa, tus mejillas aún rojas mientras tu corazón se aceleraba a su vez.

Suspiraste y te giraste por completo para mirarle.
Y en ese momento, él pudo apreciar por primera vez cómo tus ojos bambi llenos de vergüenza le miraban y en tus bonitos labios una sonrisa tímida se asomaba.

⸻ Karasu... ehm, quiero decirte algo.

Eso le sorprendió.

Sus cejas se alzaron y te miró mientras sentía que el estómago se le revolvía. ¿Eran esas las tan mencionadas mariposas del amor?

 ¿Eran esas las tan mencionadas mariposas del amor?

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𝐃𝐎 𝐈 𝐖𝐀𝐍𝐍𝐀 𝐊𝐍𝐎𝐖? ──── karasu tabito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora