𝖳𝗋𝖾𝗌

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Anna no encontraba su mochila por ningún lado hasta que levantó la vista y vió a Enzo cargandola por ella

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Anna no encontraba su mochila por ningún lado hasta que levantó la vista y vió a Enzo cargandola por ella.

— ¿Nos vamos? — preguntó él poniéndose unos lentes oscuros para salir a la calle.

— Gracias — ella recibió su mochila y salieron al sol que alumbraba las calles.

Enzo la veía caminar por delante, tomando fotos a las calles y a ella misma de vez en cuando. Su admiración hacia Anna se vió interrumpida por un grupo de chicas que se le pararon delante.

— ¡Enzo, ¿nos regalas una foto, por favor?!

— ¡Enzo, por favor, firmáme acá!

Anna prefirió pasar desapercibida y se adelantó para que no hubiera mal entendidos entre las fans del hombre. Enzo notó eso, la observó alejarse, se tomó las fotos y firmó rápidamente para alcanzar a Anna.

— ¡Espera, Anna! No huyas — dijo alcanzandola.

— Ah, lo siento. Es que no quería causar problemas con tus fans — dijo Anna apenada.

— ¿Por qué causarías problemas? ¿Te han dicho algo? — preguntó Enzo preocupado de que sus comentarios y likes en las publicaciones de la chica estuvieran causando otra cosa.

— Creo que solo son minas intensas enamoradas de vos — dijo Anna retomando su paso a la par de Enzo.

— Me halagan, pero no está bien, Anna.

— Siempre te encontrarás personas así — Anna se alzó de hombros, restando importancia al asunto.

— Dejáme recompensarte — Enzo la abrazó por los hombros mientras caminaban —. Te invito a comer.

Anna se sintió nerviosa por dos cosas, tener a Enzo abrazándola y porque unas chicas empezaron a tomarles fotos de lejos. No pudo responderle de inmediato por los fuertes murmullos de la gente.

— ¿Es Anna Romero?

— Che, ¿qué ese no es el pibe de Netflix?

— ¿Serán novios?

Anna como escudo usó su mano para cubrirse, algo que Enzo no dejó pasar.

— No más fotografías, por favor — les dijo amablemente, soltando a Anna para no hacer el problema más grande.

Lastima que fue muy tarde.

— Anna, aceptáme la comida — insistió en un susurro.

— Solo porque ya tengo hambre — Enzo sonrió y empezaron a caminar a un atajo, donde ya nadie los siguiera.

— Solo porque ya tengo hambre — Enzo sonrió y empezaron a caminar a un atajo, donde ya nadie los siguiera

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𝗣𝗥𝗢𝗙𝗨𝗚𝗢𝗦 | 𝖤𝗇𝗓𝗈 𝖵𝗈𝗀𝗋𝗂𝗇𝖼𝗂𝖼Where stories live. Discover now