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Luego de colgar el teléfono sabiendo lo que había pasando con su madre le tocaba trazar un plan para rescatarla pero sabía que Zafiro la tenía en sus manos y como última opción sería cumplir lo que el mafioso empresario le tuviera preparado.
Para ello se juntó de nuevo con Justo y Marina para intentar atar cabos y buscar una solución a todos los problemas que tendría de ahora en adelante.

  - ¿Qué crees que quieran hacer, una especie de intercambio? - Preguntaba Marina al tener en sus manos la nota que Susi había encontrado.

  - No sé, de ese asqueroso y desgraciado se puede esperar cualquier cosa. - Hablaba Amelia con enfado frotándose las manos.

  - Amelia, insisto que es una trampa. - Le dijo Justo.

  - Yo todavía no logro entender cómo Zafiro supo quien eras. - Marina le daba vueltas a su cabeza llegando a sacar conclusiones. - Por la conversación que escuché con El Hierro se notaba que ya habían hablado de ti, él ya sabía de tu trabajo.

  - ¿Zafiro sabía que trabajaba para Luisita? - Preguntó Amelia con asombro.

  - Sí.

  - Esto cada vez me gusta menos. - Justo se levantaba nervioso del sillón en el que se encontraba.

  - Entonces seguramente está enterado desde hace días incluso semanas. - Amelia ya no sabía qué pensar.

  - Si así fuera ¿por qué no te mandó a matar? - Preguntó Marina intentando buscar un motivo.

  - Tal vez porque eso no es lo que quieren conmigo. - Respondió la mensajera dando vueltas por el salón de la casa.

  - ¿Ah no? Claro que eso es lo que quieren, matarte. - Hablaba de nuevo Justo.

  - Shh, shh. Justo no, vamos a pensar. -  A la morena le estaba explotando la cabeza.

  - Si hubiera sido así en vez de haberse llevado a mi mamá, me hubieran esperado a la entrada y me hubiesen pegado un tiro en la cabeza.

  - ¿Entonces?

  - Sea lo que sea no me queda más remedio que ir a la cita.

  - Diabla, organicemos algo por si se trata de una trampa.

  - Marina, con mi mamá de por medio no soy capaz de nada.

  - Mañana voy a ir a enfrentarlo y voy a acabar con todo de una buena vez. - Respondió La Diabla con ira en sus ojos.

  - Todo esto es muy peligroso Diabla, tenemos que tener mucho cuidado con esos tipos porque pueden estar engañándote. - Le decía Marina preocupada por ella.

   - Marina, mi intención es salvar a mi mamá, contarle todo a Luisita y largarnos de aquí.

   - ¿Estás segura de que ella se irá contigo después de que le cuentes toda la verdad? - Le preguntó Justo.

  - Confío en su amor y en lo que tenemos Justo, sé que le mentí pero todo fue por miedo a perderla...ella ha sido lo mejor que me ha pasado y tengo que protegerla.

  - Ojalá todo lo que venga salga bien para ustedes Amelia.

  - Es mi mayor deseo, hacerla feliz cada segundo que la tenga a mi lado.

  - ¿Y cuándo te ves con ella Diabla? - Preguntaba Marina que mantuvo el silencio un rato con lágrimas en los ojos pensando en el futuro de su amiga.

  - Voy a buscar a alguien que considero una amiga para utilizar su lugar de trabajo y reunirme con Luisita. - Contestó Amelia poniéndose su chaqueta y despidiendose de ambos para marcharse en busca de ayuda.

Lo que en ti veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora