Cuando vi que Isabella duraba tiempo encerrada, y que milagrosamente tenía mucha basura en su cuarto, decidí meter mis narices.
¿Y qué? ¿Acaso no es lo que hacen las hermanas menores?
Un día en el que Isabella no estaba en casa, recogí las bolitas de papel de su basura y las leí.
¿Ladrón de galletas? ¿Qué es esto?
Probablemente sería Lucas, un amigo con el que pasaba peleando y amaba las oreos, como las ama mi hermana. Y si mi hermana estaba enamorada, tendría que hacer algo.
Me encanta leer historias en que las chicas o chicos escriben y les entregan las cartas y viven juntos por siempre.
Pero vamos, todos sabemos que mi hermana jamás podría entregárselas ni de chiste.
Entonces me dispuse a recoger carta por carta, desarrugarla, y meterlas en un sobre. Que iría dirigido a Lucas.
Probablemente me odiará por ahora, pero sé que luego me lo agradecerá.
O por lo menos eso espero.
N/a : Para que no se confundan , este capítulo es narrado por la hermanita de oreo.
¡Por fin los nombres de los protagonistas! ¿Les gusta?
Ya casi se acerca el final, faltan algunos capítulos. Pero les doy mi palabra que de ahora en adelante serán más largos.
¡Gracias por leer!
