Capítulo 1.

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Capítulo 1| Lo habíamos hecho otra vez.

Antonella Cavalcante:

Papá estaba llevándome a la cena con sus amigos empresarios, tras yo negarme y literalmente rogarle que no, me ha ignorado y me ha traído. Me encuentro en el auto con los brazos cruzados sobre mi pecho mientras le dedico miradas matadoras a mi padre.

¿Quien era mi padre? Thomas Cavalcante era uno de los empresarios más famosos de nueva york, por supuesto, aparte de la herencia que le dejó mi abuelo. Mi padre había conseguido tener sus propios méritos; se había expandido más en el negocio empresarial, había empresas suyas alrededor del mundo con el apellido Cavalcante por lo alto.

Intentaba estar en casa lo más que podía, intentaba pasar tiempo conmigo cuando su agenda no estaba completamente llena y no le iba a ver en meses. Se había divorciado de mi madre cuando yo tenía ocho años y ganó mi custodia por completo al igual que la de mi hermano.

—Sonríe, Antonella— pidió con suavidad antes de salir del auto y que fuera recibido por los flash de casi todos los periodistas de nueva york.

Esa noche había elegido un hermoso vestido verde azulado oscuro de satin, con la espalda afuera. El cabello claro castaño me caía lacio por la espalda, llevaba poco maquillaje y había decidido por llevar unas cómodas zapatillas negras.

—Puedo con esto, Carlo— dije hacia el chofer, mi fiel aliado y compañero. Él me miró por el espejito y asintió.

—Usted puede con todo, señorita Antonella.

Salí del auto y mi padre inmediatamente llegó a mi lado, por un momento fui cegada por los flash pero solo fue cuestión de acostumbrarme. Caminamos escaleras arriba hacia el interior de la casa de Lionel Herrán. El mejor amigo, socio y mano derecha de mi padre, eran inseparables.

"¿Vas a trabajar en la empresa, Antonella?" "¿Vas a ser la heredera de las empresas de tu padre?" "¿Estás estudiando negocios, Antonella?" "¿Y tu hermano?" "¿Como se encuentra Nate?". Preguntas que me fueron realizadas antes de entrar al lugar. Allí era otro mundo, había una suave canción sonando mientras personas se movían con bandejas en la mano y otros estaban en el bar.

Todos hombres y algunas siete mujeres.

—Venga, quiero presentarte a algunas personas— mi padre me cogió del codo con suavidad y se movió entre las personas, siendo saludado y alagado por todos. Nos detuvimos en un grupo de cuatro personas, dos hombres y una mujer que desconocía.

—Thomas, que bien que has llegado— dijo uno de los hombres.

—Antonella Cavalcante, mi tesoro y la única mujer en mi vida— me presentó papá con una sonrisa.

—Oh Antonella, ¿estás de vacaciones?

Reconocí que quien me hablaba era Alfred Jones.

—Sí, señor Jones— sonreí e hice que pareciera la sonrisa más natural que he tenido el día hoy.

—¡Que maravilla!— exclamó.

—¿Recuerdas a Jeremiah Dubois?— preguntó papá.

—Me regaló el primer libro que de verdad me hizo querer estudiar lo que estoy estudiando, claro que lo recuerdo.

Papá rió al igual que el señor Dubois, quien me guiñó un ojo.

—Ella es su hermana Irene Dubois.

Está al lado de Lionel y está enganchada a su brazo con comodidad, frunzo el ceño. Ella me observa, expectante, con su cabello rojizo bien recogido, con ese vestido que le hace una buena figura y esos grandes ojos verdes. Me sonríe y espera a que le salude. Eso hago, devolviéndole la sonrisa.

El Mejor Amigo De Mi Padre. Where stories live. Discover now