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narra Elizabeth.

Hoy fui al médico para saber cómo está mi bebé, ya tengo 5 meses de embarazo y quería estar segura de que todo está bien. La espera fue larga, pero finalmente me llamaron. Una vez dentro del consultorio la doctora me pidió que me recostara en la camilla y comenzó a revisar mi pancita. Después de varios minutos, la doctora se alejó de mí, y con una sonrisa en su cara dijo:

-¡Todo está perfecto, Elizabeth! ¡Tu bebé está saludable y todo está en su lugar!

Pensé que mi corazón iba a explotar de la emoción, pero me mantuve fuerte y solo le agradecí a la doctora por su tiempo.

Después de la consulta, volví a casa ansiosa por ver a Tomás. Traté de llamarlo para avisarle que me iba para la casa, pero él no contestó el teléfono. Aun así, no me preocupé demasiado ya que sabía que él estaría allí para mí cuando llegara.

Finalmente, llegué a casa y lo encontré en la cocina, preparando la cena. Cuando me vio, me abrazó y me felicitó por la buena noticia.

-Mi amor Qué bien que todo esté bien con el bebé Hice tu cena favorita, espero que te guste -

Me sentí tan afortunada de tener a alguien así en mi vida. Comimos en silencio, solo escuchando nuestro alimento siendo masticado. Después de la cena, nos echamos en el sofá y Tomás comenzó a acariciar mi vientre.

-¿Cómo te sientes? -preguntó él.

-Me siento bien, estoy muy feliz de que todo esté bien con el bebé.

-Tu felicidad es mi felicidad -dijo Tomás mientras me besaba la frente.

Y así pasamos el resto de la noche, acurrucados en el sofá, felices y enamorados. Todo lo que quería era que este momento nunca terminara. Estaba muy agradecida y bendecida por esta hermosa vida que estaba creciendo dentro de mí y por tener a alguien como Tomás a mi lado.

El resto de la noche la pasamos hablando sobre nuestros planes para el futuro. Tomás, siempre tan meticuloso y organizado, había preparado una lista detallada de cosas que necesitábamos para el bebé y cómo podríamos hacer espacio en nuestro pequeño apartamento para la llegada del nuevo integrante de la familia.

Entre bocados de postre, Tomás me presentó su plan. Aclaró que había estado investigando durante semanas y que había hecho una lista de todo lo que necesitábamos comprar para el bebé, desde pañales hasta una cuna. Había marcado todo lo que ya habíamos comprado con una hoja de papel pegada a la lista, y todo lo que nos faltaba con un círculo rojo intenso.

Tomás había pensado en todo, incluso había hecho una lista de las tiendas que ofrecían buenos precios y promociones especiales para familias. Había una gran sonrisa en su rostro mientras hablaba, como si la llegada del bebé hubiera desencadenado un nuevo lado de su personalidad y lo hubiera hecho más decidido que nunca.

Al ver el esfuerzo que había puesto en hacer todo esto, no pude evitar abrazarlo con fuerza. En ese momento, me di cuenta de que no estábamos solos en esto. Juntos, podríamos hacerlo todo y superar cualquier obstáculo que nos pudiera arrojar la vida.

Entonces, también le presenté mi plan: cómo podíamos crear un ambiente de amor y seguridad para nuestro bebé, y cómo podríamos asegurarnos de que recibiera toda la atención y cariño necesario.

De pronto, una patada fuerte de mi bebé en mi vientre me sacó de mis pensamientos y volví a la realidad.

-¡Eso! -exclamé asombrada. -Realmente hay alguien aquí adentro.

Tomás se rió y puso su mano en mi vientre para sentirlo también.

-¡Nuestro bebito ya se está moviendo! -exclamó emocionado.

Esa noche, más que nunca, me sentí agradecida por tener a alguien con quien compartir cada momento de mi embarazo y de mi vida. Sentí que juntos éramos capaces de enfrentar cualquier cosa, y que no había nada que pudiera interponerse en nuestro camino para crear la familia que siempre habíamos soñado.

no fue planeado ser padre. Cro X Eli (terminada)Where stories live. Discover now