CAPITULO 15 "El pegaso de la tristeza"

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Su risa era falsa, tanto como su apariencia de dios....

Aquello que se le dió desde la cuna, fue algo que no merecía.



- Emilie... ¿Tu realmente me amas? ¿Por qué te enamorarias de una puta como yo?...

La fina sábana de seda lo envolvía de cuello a pies, mientras las marcas de pasión estaban grabadas en su blanca piel.

- Emilie, no pierdas el tiempo con alguien como yo, quién solo es el juguete de su familia... Tú eres una noble aristócrata , no quiero arrastrarte a mi mundo asqueroso. Quiero que brilles y consigas a alguien que luzca hermoso a tú lado.

- Ahora vete de aquí.

La hermosa adolescente dejó caer su mano, pasando saliva con amargura.

Fue entonces qué, el hombre se levantó de la cama, dejó caer las sábanas de seda pura y procedió a colocarse una bata blanca. - Olvídate de mi, olvida que alguna vez me conociste... Yo nunca podré hacerte feliz.

La mirada de esa chica le recorrió todo el cuerpo, el cual estaba lleno de marcas de otros visitantes en aquella suave piel. No pudo evitar apretar sus manos de furia e impotencia. Quería hablar, ¿Pero qué podía decir? ¡Ese hombre tenía razón! No podía salvarlo, pues era solo una niña a su lado.

Se lamentó internamente, tragandose su dolor y odio por los que lo habían tocado. Y sin más, se dió la vuelta, tomó su mochila de la escuela y se fue.

Jamás va a olvidar las lágrimas que recorrian sus mejillas cuando salió por esa puerta, ni el odio que sintió, ni mucho menos la impotencia de no poder salvar a quien amaba.

... Todo se desvaneció hasta ser nada, hasta estar enterrado en su endurecido corazón ...


Los presentes degustaban una cena al nivel de la realeza, mientras conversaban de cosas vanales, sin sentido.
Pero muy en el fondo, las miradas y acciones ocultaban otras intenciones y pensamientos.

- Waahhh encerio? Entonces madre, usted es demasiado joven! Más de lo qué pensé cuando la ví.

Liie se mostraba inocente y muy complaciente con la madre de los Urash. A lo que, escuchaba atento cada cosa que decía

En cuanto una voz interrumpió burlona. -¿Haha creíste que era una vieja? De hecho es demasiado joven para ser madre de dos hombres tan grandes y apuestos.

- Tía, por favor se más prudente al hablar. Comentó Galled un poco irritado.

La Tía Ellie sonrió, pues ya estaba un tanto bastante pasada de copas. - Vamos Galled, ¿Que pasó son tu sentido del humor? No me digas que es la edad como con tu madre... Entonces es de familia hahaha...

Liie estaba demasiado tenso, pues las bromas y comentarios de esa mujer no habían sido del todo amigables. Sin embargo, el porte de Lady Elizabeth no cambio en lo absoluto. Estaba tan tranquila degustando su comida, sin alterarse para nada.

Pero no podía decir lo mismo de los empleados, incluyendo la ama de llaves, la cual estaba cada vez más enojada y se notaba demasiado su descontento con la Tía Ellie.

AMO JUGAR CONTIGO Where stories live. Discover now