Capítulo 4.

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Jimin se encontraba tan nervioso que no podía dejar de caminar en su habitación cómo un loco, jamás le había molestado que la habitación de Jungkook este al lado de la suya, era bueno porque podía pasearse tanto cómo quería y realmente disfrutaba de la compañía de su hermano menor dada su relación tan unida, pero ahora no era nada bueno. Al parecer Jungkook estaba muy ansioso o estaba teniendo un ataque de feromonas, Jimin no lo sabía con exactitud solamente podía sentir ese gran aroma delicioso que lo estaba perturbando.

Su omega estaba teniendo una crisis por el deseo de ir con el Alfa y Jimin solamente le negaba lo que quería su lobo, era muy peligroso que vaya, hasta podía ser que Jungkook este en celo y Jimin sabía que merecía un lugar en el infierno al desear que eso pase así lo reclamaba de una vez.

¡Su omega estaba loco!

Me estoy volviendo loco, ¡no puedo desear que mi hermano pequeño sea mi alfa!

No ayudaba para nada que sus padres no estén, al menos ellos podrían hacer algo o sacarlo de ahí a la fuerza porque Jimin sabía que no iba a ser capaz de dejar a Jungkook solo. Un grito colmó su paciencia, era suficiente, necesitaba ver qué sucedía.

Había sido una muy mala idea, una horrible idea. Al entrar en la habitación una oleada de feromonas lo hizo marearse, con sólo tomar una bocanada de aire sus piernas temblaron y su omega quería ser reclamado cómo nunca. Nada bueno iba a salir de esa situación, Jungkook estaba acostado, solamente llevaba unos pantalones cortos, estaba cubierto de sudor y se removía en la cama quejándose. Lo extraño es que estaba dormido, soltaba algunos gruñidos alterados, recorrió con ansiedad el cuerpo del menor. Era tan extraño que sea más alto que él, ¿Se estaba volviendo tonto o Jungkook tenía una musculatura ligera y se veía más grande?

Relamió sus labios cuándo comenzó a sentir calor. Jungkook no estaba en celo, lo cual era algo bueno dentro de todo, aunque Jimin no estaba seguro de qué le sucedía a Jungkook, apestaba a feromonas. Algo tembloroso se acercó y lo movió un poco para despertarlo.

—Jungkook, Jungkook despierta. —Murmuró suavemente.

Lo siguiente que pasó lo dejó atontado, su corazón latía deprisa y estaba demasiado asustado, y vergonzosamente excitado.

Al abrir los ojos, Jungkook sintió un aroma tan tentador que su lobo tomó el control...  necesitaba olfatear esa fuente tanto cómo podía. Pudo ver a su hermano debajo de él con los ojos abiertos por la sorpresa, y no esperaba menos. Había estampado a su hermano contra la cama y lo miraba, con sus ojos de alfa. Se sentía agitado y un extraño calor en todo su cuerpo.

—Jiminnie.— Murmuró en un gruñido y se presionó aún más contra él.
Vio a Jimin cerrar sus ojos y tomar una bocanada de aire. Vio como mojaba sus labios y, demonios, era lo más hermoso que había visto en su vida.

—Jungkook...—soltó en un suspiro.

Jimin cerró sus ojos cuando Jungkook comenzó a olfatearlo, debía controlarse para que toda esta situación no sea algo catastrofico. Ese alfa de Jungkook era terrible.

—¿Qué te sucede? —Habló suavemente e intentando mantener a su omega a raya.
Es mi hermano, no puedo perder el control.
Jungkook gruñó sin poder evitarlo, se presionó aún más y lanzó un gemido cuando Jimin abrió las piernas dejándolo entre medio de ellas. Su alfa estaba loco, él no entendía qué rayos le pasaba cuando comenzó a restregaste contra él, ¿Acaso estaba deseando tener sexo con su hermano mayor? Se sentía tan bien que Jungkook decidió dejarlo pasar y disfrutar.

—Minnie.—Murmuró agitado cuando pudo controlar a su alfa, aun así, no salió de encima y seguía moviéndose con entusiasmo. Esa sensación en su parte baja lo hacía querer gruñir y le daba tantas ganas de marcar a Jimin, miro a su mayor y este estaba con los ojos cerrados, tenía la boca ligeramente abierta... él quería besarlo.
Se alejó asustado cuándo Jimin gimió fuerte, ¿Lo había lastimado?

Sus ojos volvieron a la normalidad y observaba a su mayor algo alterado, su pene dolía horriblemente y se sentía muy agitado. Al parecer estaba comenzando a desarrollar su alfa interior. El doctor le había advertido, lo recordaba muy bien. Pero no recordaba que podría lastimar a alguien en el proceso.

—¿Minnie?—preguntó el menor temeroso. —¿Te he lastimado?

Jimin quiso reír al oír eso, había tenido el mejor orgasmo de su vida... él era alguien horrible.

—No Jungkook, estoy bien. —Contestó abatido.

— ¿Tú estas bien? —Pregunto consternado, estaba abusando de su hermano menor y le preguntaba si estaba bien.

Jungkook asintió rápidamente aún sin poder entender que sucedía, estaba excitado y su pene le dolía, al parecer había tenido una oleada de feromonas, podía olerlas, y ¿Jimin había tenido un orgasmo? Olfateo levemente, cuando se hacía pajas, salía un aroma similar, aunque no era igual, estaba realmente confundido.
¿Esto estaba mal?

Jimin salió de ahí antes de volverse loco, su madre le había dicho que podía pasar, pero no penso que se volvería como una zorra calurienta. Esto estaba mal, pero sabía que no era totalmente su culpa, ¿Por qué su omega se empeñaba en ir tras un Alfa que era imposible? ¡Era su hermano! ¡Realmente lo era! Ninguno de los dos era adoptado y estaba completamente seguro.

Bueno eso va se le estaba yendo de las manos... debía saber qué le pasaba a su omega.
Jimin no podía hablar con cualquiera y su hermano no era una opción, estaba seguro que Jungkook estaba aún más confundido, era extraño que sea inocente de alguna manera. Sabía gue su hermanito entendía todo, pero al parecer no ataba los cabos.

Jamás creyó que llegaría tan lejos, quizá una curandera lo ayude. Jimin conocía a una, vivía algo lejos, pero podría llegar tranquilamente, esperaba que no lo mande a freír papas. Era su última esperanza para que le dé una solución y sino, con una explicación estaba más que bien.

***

Entró tranquilamente, era una casa hogareña y aunque se esperaba una anciana que casi no podía caminar se sorprendió al ver a una señora adulta. No era joven pero tampoco anciana, podría ser tranquilamente su madre, Jimin calculaba que la mujer tenía unos 40 casi 50 años.

—Eres un omega muy lindo. —sonrió la mujer y le ofreció un té. — Cuéntame que te trae por aquí.

Jimin se removió inquieto y tomó un pequeño sorbo de la taza. Era difícil contar lo que sucedía a alguien, ¿Cómo comenzar?

—Los lobos... ¿Respetan el parentesco? —Pregunto indeciso y se sintió un idiota cuando la mujer comenzo a reir.

—Claro que lo respetan pequeño omega, al menos la primera línea genética. Ya sabes, abuelo, padre, hijo y hermano. Los lobos primos quizá se aparean, pero es extraño, aunque puede haber excepciones. Después de todo son criaturas salvajes, ¿Por qué preguntas?
Jimin bajo la mirada con nerviosismo, ¿Qué estaba mal con su omega entonces?

—Mi omega está obsesionado con un Alfa. —Murmuró jugando con la cuchara del té. La mujer, Sun, arqueo una ceja. —Ese alfa es mi hermano. Mi hermano menor. —dijo con pesar. La mujer lo miró sorprendida. — ¿Por qué hace eso? ¿Qué está mal con él? — preguntó más que nada para sí mismo. Sería genial poder hablar con su lobo.

—Bueno eso si es extraño Jimin.— Dijo Sun confundida. — ¿Tu omega desea al Alfa?—El asintió inmediatamente. —¿Puedes contarme su relación lo más detalladamente posible?

Jimin le contó todo, o bueno, casi todo. Se salteo las partes dónde era un calentón y todas las situaciones fuera de lugar que había vivido con él. La mujer asentía y escuchaba todo con atención. Parecía resultarle curioso, cuándo Sun tomó tu taza y comenzó a mirar el contenido se puso algo incómodo. No sabía que la mujer leía las hierbas, sino, no habría tomado. Apretó su mandíbula y espero.

—Ustedes tienen un lazo. —Dijo tranquilamente la Alfa, aunque algo más había en sus ojos. — Él no es un alfa normal, es más fuerte al nacer así, te ha marcado tantas veces que un lazo se formó, es extraño, pero no hay nada malo en ello... o eso se ve aquí. —río levemente. —Las marcas que se dan pueden ser peligrosas... ¿Cómo es que sus padres permitieron que él te marque? No sabías tu categoría y ya eras marcado por un alfa... es bastante obvio que tu lobo se iba a adaptar a ese Alfa. Me temo que todo lo que está sucediendo es porque sus lobos quieren finalizar el acoplamiento ahora que tu hermano está más desarrollado. Yo... no sabría que decirte hijo. —Habló preocupada. —No creo que algo los detenga... esa frase de "El lobo sabe lo que quiere" no es ninguna broma... mi consejo es que lo hables con tu familia y vean que se puede hacer, eres un omega fértil y tu alfa está en pleno desarrollo. No querrás una sorpresa.

Jimin asintió aturdido y agradeció a la mujer, asegurando una segunda visita, lo único que tenía en su mente era que estaba completamente perdido.

La mujer lo vio partir, pensando en la leyenda del consejo que lideraba los lobos. Su abuela hablaba de eso, ella recordaba que todo empezaría con dos generaciones de dos hermanos y la tercera, sería la perdición de todos los lobos. Hasta hablaba de una posible transformación, con ese pensamiento una risa surgió de ella, eso era imposible. No se transformaban en lobos hace siglos.
Ella estaba paranoica, sólo eso.



 Pequeño alfa.- kookminWhere stories live. Discover now