Jungkook siempre había soñado con ser un gran Alfa, uno que todo omega desearía tener, uno que valorase el respeto y la confianza con su pareja. Había deseado eso siempre, aunque nunca se tomó el tiempo para pensar realmente en quién sería su omega.
Sus compañeras omegas eran buenas y amables, hermosas y delicadas, no se podía quejar. Siempre intentaban buscar su atención y él se las daba en ocasiones, pero no más allá de eso. Sus compañeros omegas eran dóciles y lo admiraban con palabras cómo "Si hubiese sido alfa me gustaría ser cómo tú." O "Eres el Alfa que todo omega desea."
Muchos omegas, tanto hembras como machos lo rodeaban.
Él podía elegir a cualquiera llegando el momento, y todos eran posibles candidatos...
Pero luego estaba su hermano, que siempre estaba en su mente. Ese omega hermoso y amable que volvía loco a su Alfa interior, que cada vez que respiraba su aroma le daban unas ganas increíbles de encerrarse en un lugar junto a él, solos y disfrutando de ambos.
No entendía algunas cosas y era algo aceptable, tenía 14 años solamente. No sabía todo sobre la vida y algunas cosas eran muy confusas. Cómo porqué su hermano lo excitaba, y sí, estaba mal, pero ¿Cómo se lo explicaba a su lobo interior?
Además, él parecía gustarle a Jimin, lo cual era aún más confuso. Su hermano jamás lo detenía o hablo con él sobre lo que pasaba.
Por otro lado, estaban sus padres...
Su madre Soomin era una omega amable que se preocupaba por sus hijos, ella no estaba de acuerdo con que marque a Jimin cuando se le dé la gana, tampoco estaba de acuerdo con que duerman juntos... claro ahora que él estaba creciendo se lo inculcaban como algo malo.
Y también estaba su padre, Jaeyong... que era un Alfa estupendo y él lo reconocía, lo respetaba y jamás haría algo para faltarle el mismo.
Siempre y cuando no lastime a Jimin, él estaba consciente que, a pesar de ser pequeño, bueno casi era de la altura de su padre, pero era algo flaco y no sabía pelear, sin embargo, él era más poderoso que su padre, en cuando al poder de Alfa. Jamás había pensado en doblegarlo para que haga lo que él quiera, pero eso era hasta que lastimó a su hermano.
Era algo extraño porque era demasiado pronto para tener voz de mando... pero ahí estaba y lo hacía feliz. Al menos podría defender a Jimin con ella.
-¿En qué piensas tanto Jungkook? -La voz dulce de su hermano lo hizo volver a la vida real, ambos llevaban el uniforme de la escuela dado que recién habían llegado.
-En nada Minnie.- murmuró con una pequeña sonrisa. - Solamente en la clase de hoy... - comentó intentando sonar normal.
Solamente quería sacar algunas dudas que su amigo Marcos había sembrado en él.
-¿Qué viste en clases? -preguntó un Jimin distraído al revisar unas cosas en sus libretas para dejarlas a un lado en el sofá grande. Jungkook estaba en uno individual. -El celo de un omega y un alfa... eso vimos. -murmuró atento a la reacción de su hermano. Que, sin duda, fue épica. Jimin comenzó a toser y se puso totalmente rojo para mirar alarmado a su hermanito. - Igual no alcanzamos a verlo porque ya había que salir, así que lo veremos mañana, ¿Tú sabes que es? -preguntó ansioso, claro que era mentira...Jungkook ya había visto en clases el tema del celo...él había visto la parte del sexo.
-B-bueno claro que lo sé. - Río nervioso-. Es... cuándo el omega necesita de su alfa para que... ummh lo mime y le de cariño. La parte del lobo se hace cargo.- dijo ahora más tranquilo dejando a su hermano confundido.
-¿Entonces por qué no puedo acercarme a ti cuándo estas en celo?
Jimin volvió a sonrojarse y miró a su hermano alarmado.
Era difícil para el omega pensar que Jungkook no sabía todo sobre la relación de un omega y un alfa. Solamente sabía las partes de la marca y el cuidado, y por supuesto, él no iba ser quién profane su inocencia, o eso era lo que él pensaba.
-Porque me da fiebre y puedo contagiarte. -Dijo luego de pensar su respuesta. Jungkook asintió satisfecho con la respuesta.
-Eso tiene sentido... pero la próxima vez yo estaré contigo. - hizo una mueca. -Por alguna razón tu aroma se hace muy fuerte y hace que mi Alfa se desespere, es una fea sensación Minnie... yo siento que debo estar contigo, lo necesito. Así que no volverás a estar solo de ahora en adelante.
Jimin solamente pudo mirarlo estupefacto y con horror, demonios, cuándo un alfa y un omega estan juntos durante un celo no importa nada, ni la familia y en los peores casos, si uno de ellos está con pareja. El lobo interior se vuelve loco y lo único que piensa es en sexo.
Asintió con una sonrisa algo débil pensando que debía hablar con su mamá, aunque considerando los últimos hechos, estaba seguro que Jungkook iba a estar a 100 metros lejos de él cuándo entre en su celo.
***
La cena era silenciosa, de hecho, todas lo eran desde que Jungkook prácticamente obligó a que su padre le pida perdón. Lo cuál era hasta algo cómico en algún punto, porque el Alfa más pequeño estaba cómo si nada hubiese pasado.
-Está delicioso mamá.
Jimin quiso reír al escucharlo decir eso, su mamá le dio una sonrisa genuina agradeciendo el halago. Al parecer su padre tenía otras ideas sobre la cena.
-Jungkook. - La voz del Alfa hizo estremecer a los dos omegas presentes mientras que el otro alfa se encontraba más que normal, era molesto para su padre y Jimin lo entendía. - ¿Por qué has usado tu voz de mando en mí? -Preguntó en un tono casual mientras los dos omegas querían huir de allí.
-Habías hecho que Minnie se sienta mal papá. A mi alfa le molestó, además yo ni siquiera sabía que ya tenía voz de mando. Siento si te molesto. -Murmuró sin mirarlo para luego beber su jugo. El alfa mayor merecía tener un tic en el ojo izquierdo. Usar la voz de mando en otro alfa era cómo denigrarlo, sacarle su honor, más cuándo era tu propio hijo. Y sin duda Jaeyong no lo iba a dejar pasar.
-Yo soy tu padre Jungkook. No debes faltarme el respeto nunca y menos para que yo pida perdón, no lo vuelvas a hacer jamás. - El hombre intento volver a sonar casual, pero no lo logró, se notaba la tensión en sus palabras. Jimin y Soomin miraron a Jungkook para luego volver a bajar la mirada, los ojos del pequeño alfa se habían tornado más oscuros, para luego enfrentar a su padre.
-Papá. - llamó el menor para que lo mire. - Nadie, y escúchame bien por favor...- dijo con un tono fuerte. - Nadie jamás hará que Minnie se sienta mal o inferior, no mientras yo esté aquí, vivo y junto a él. No importa quién sea. ¿Lo entiendes? - Preguntó inclinando un poco la cabeza y luciendo más amenazante. -Yo no quiero faltarte el respeto, eres muy importante para mi papá... Pero no más que Jimin.- Dijo para luego levantarse de la mesa sintiendo cómo su lobo quería tomar el control.
Él debía controlarlo... por su bien y el de su papá. Pero más que nada por Jimin, lo último que quería era asustarlo. No podía evitar pensar que todo se estaba saliendo de control, la relación con su hermano y con sus padres cada vez era más extraña. Nunca pensaba mucho en la relación que tenía con su hermano ya que le daba dolor de cabeza. Él solamente sabía que lo quería más que a nada en el mundo y con ello estaba conforme, todo lo demás, si tenía que pasar...bueno que pase.
