16. El principio de una vida juntos.

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Una semana había pasado desde que descubrimos que estaba embarazada, una semana donde mis padres no habían hecho nada por acercarse, ni yo los había buscado. Tenía miedo de hacerlo y que me rechazaran de nuevo, según mi hermana, seguían muy enojados. Nunca hubiera imaginado que reaccionaran de esa manera, no cuando a mi prima Johana la habían apoyado incondicionalmente después de que hiciera lo mismo. Estoy muy consciente que los decepcione, pero tanto como para no querer verme... eso no lo entendía.

Sabía que Damián fue hablar con papá hace un par de días, no tengo idea que le dijo o que sucedió ya que mi novio evita el tema, pero estoy casi segura que no fue nada agradable y no me dice nada para no herirme más. Los Navarro también habían intentado acercarse, sin embargo mis padres estaban renuentes a hablar con ellos por estar apoyándonos en esto. No me sentía muy bien sabiendo que esta situación afecta la amistad que por años han mantenido, me siento muy culpable y aunque trato de no demostrárselo a Damián sé que se da cuenta de ello.

En la universidad las chicas no daban crédito cuando se enteraron, y ni qué decir de los chicos que estaban perplejos... fue difícil que lo asimilaran, sin embargo ahora los tengo sobre mí todo el tiempo cuidándome, estando al pendiente de todo lo que pueda pasarme... a pesar de que eran unos exagerados me hacía sentir bien su aceptación y apoyo. Fue muy divertido cuando los chicos intentaron golpear a Damián, le echaban la culpa pero finalmente solo quedo en bromas.

La que me preocupa un poco, es mamá Tina, toda la situación de estar entre mis padres y yo la está afectado, tengo miedo que vaya a recaer de nuevo. No ha pasado un día sin que vaya a verme o salgamos algún lado, trato de hacerme la fuerte y no demostrarle cuando me está doliendo el rechazo de ellos, no quiero que se preocupe por mí, al menos no estoy sola, tengo a Damián a mi lado. Lo que me duele y molesta más de todo esto, es que cuando le sucedió a Johana ellos no dudaron en ningún momento en ayudarle, decían que era un error y cualquiera podría cometerlo, hicieron hasta lo imposible por hacer que tía Lucy aceptara a mi prima y su bebé... sin embargo a la primera ellos hicieron exactamente lo mismo.

La familia de mi madre aún no sabe nada, por Teffie sé que mamá no les ha dicho nada y yo no he querido ir todavía a visitar a mi abue Eleonora... cuando se entere se enojara más por no haberle dicho antes, que por el hecho mismo pero aún no estoy lista para que todos ellos sepan y no es que dude de su apoyo, pues sé que Sebas, Joha e Isa me lo darán... no sé, aún no es el momento. Primero esperaría a ver como siguen las cosas con mis padres, intentaría hablar con ellos nuevamente.

-Princesa, por favor ya no te agobies más con eso... todo se solucionara-Dice Damián, sacándome de mis pensamientos. Me conocía tan bien que no había necesidad de exteriorizar mis sentimientos con él.

-Lo sé, solo pensaba en cómo decirles a mis primos y abue Eleonora-Palmee el lado vació de la cama, invitándolo a sentarse, sonrió y camino hacia mí sin pensarlo dos veces y se recostó a mi lado con su cabeza sobre mis piernas.

-Si tú quieres podemos ir el fin de semana a visitarla, juntos le damos la noticia-Ofreció. Como siempre ya había levantado mi blusa y acariciaba mi vientre con dulzura.

-Aún no estoy lista, tal vez en un par de semanas más-Asintió, dándome todo el tiempo y espacio necesario para preparme. Hundí mis dedos en su cabello, sintiendo lo suave que era, me tranquilizaba hacer eso, tenerlo junto a mí era el remedio justo para cualquier pensamiento agobiante.

Mi suegra estaba al pendiente todo el tiempo de que comiera y no me malpasara, era la que calmaba a mi novio de la histeria cada vez que vomitaba después de las comidas, era demasiado aprehensivo. Todos en esa casa estaban pendientes hasta del más mínimo detalle de lo que me ocurría, me cuidaban en exceso y nunca me dejaban sola, me hacían sentir bien y protegida. Alexa estaba maravillada con la idea de ser tía, mientras Andrés impaciente por jugar con el bebé, todos los días me preguntaba si ya iba a nacer aunque ya le explicamos que no lo hará hasta dentro de ocho meses. El señor León a pesar de que los primeros días estaba algo molesto, ahora es todo un abuelo gallina... fue el primero en comprarle un regalo al bebé, vio un pequeño gorrito de golf igual a uno de los suyos y no pudo evitar la tentación de comprarlo, llego emocionado a la casa con él, provocando la burla de sus hijos.

Comenzando De Nuevo ©Where stories live. Discover now