Cap 49. 🌜

476 25 1
                                    

Mateo.

Respiré profundo, sintiendo mis pulmones llenarse, del humo del porro, en mis manos.

Tire mi cabeza para atrás, sintiendo como poco a poco me relajaba.

Sentado en el balcón de mi habitación, un sábado por la tarde, mirando como el jardinero, le daba un retoque a el pasto, era lo que hacía.

Por qué realmente es lo único que podía ver, frente a mi casa, oh bueno a excepción de ver la casa de los Benedetti, quienes eran unos fastidiosos totales.

Cómo vivía en una complejo, dónde solamente los chetos y dueños de empresas podían pagar, no se veía mucho por aquí.

Supongo que, gracias Pedro.

Y no falta decir que el no tener algo emocionante en mi vida, me hacía sentir abrumado.

Qsy aveces la vida con lujos y demasiadas cosas, no es tan buena.

Lo único emocionante que de vez en cuando estaba en mi cabeza y eso por qué no dejaba que estubiera ahi todo el tiempo.

Ana…

Cabe decir que después de lo que pasó con la juntada de los pibes, no volvimos a hablar ni por mensaje, y de eso unas dos semanas.

Yo seguía confundido, no sé que habrá sido ese beso, pero por cada día que pasaba, yo me convencía que no había sido más que un desplante y confusión de ambos, al ver tanta confianza.

Además ella ahora que estaba con Daniel,  y yo no entendía por qué me sentía, hasta cierto punto traicionado.

Pero aún seguía en mi inconsciente,

¿por qué se sentía así de bien haberla besado?

Negué repetidas veces, intentado sacar esos pensamientos de mi cabeza, y concentrarme en mi porro.

Intente darle una calada más, pero el ruido de la podadora del jardinero, me impidió volver a estar en paz.

Un poco de mala gana, me levanté de mi asiento y me adentre a mi pieza, para recostarme.

Pero ni eso detuvo el sonido proveniente de fuera.

Ya estresado, tome mis zapatillas, mi campera, mi celular, mi reloj y las llaves, para salir de dónde estaba.

Baje las escaleras a prisa, viendo a Emi y a Pia, en el living.

La rubia me siguió con la mirada, a lo cual yo ni la pasé cabida, y justo cuando pensé que me preguntaría a dónde iría.

Apresure mi pasó y salí de mi casa, cerrado la puerta detrás.

No había despertado con muchas ganas de hablar y mucho menos para resolver cuestionarios de mis hermanos… o bueno hermana

Por qué a Emi le daba igual si yo estaba o no.

Que decir… adolescentes.

Aburrido y un tanto abrumado, comencé a caminar sin dirección alguna.

Camine hasta la salida del complejo, saludando al portero, quien ya me conocía bien

—Buenos días Joven Palacios.— sonrió amable

—Buenos días, Joaco.— correspondi el saludo

Con una seña, seguí mi camino, metiendo mis manos dentro de mis bolsillo

Y como era costumbre, saque mis auriculares, para comentarlos via Bluetooth a mi celular.

Y así reproducir Imaginé Dragon's - Bird

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora