Cap 26. 🌜

727 37 25
                                    

Ana

Salí de mi casa suspirando, acomodando mi mochila vieja y desgastada.

Está situación me abruma.

Camine un par de metros, antes de alzar del piso mi bici chiquita y vieja

Me subí en ella, para después comenzar a pedalear.

Poniéndolos en contexto, ese día en el que mi cobardia me impidió abortar, dónde me odie por no tener los ovarios bien puestos, para dar ese paso.

Ese día, después de llorar media hora en el auto de Juli, claramente ella me consoló, y me dijo que tal vez el destino no quería eso.

Nos quedamos muy afectadas, por todo esa experiencia, las dos nos largamos a llorar desconsoladamente.

Ella llorando, por qué el miedo de perderme en ese aborto, era grande y yo por haber pensado que podia hacerlo sin ningún rendimiento.

Claramente me equivoqué

Ese mismo día, le mande mensaje a el pibe morocho que decía llamarse Mateo, para aceptar ese estúpido trato.

Si iba a tener al nene, al menos quería un poco de ayuda, durante del embarazo, por qué después de eso yo…

Bueno yo lo pensé mucho por varios días, y llegué a la conclusión más razonable posible para mí.

Ahora mismo voy de camino a la plaza, por qué iba a ver a Mateo Palacios, para quedar de acuerdo con lo que yo tenía planeado o más bien pensado.

Pedalee por durante 20 minutos, hasta por fin llegar a aquel punto acordado.

Baje de mi bici, sumamente cansada, y sudando como loca.

El embarazo me tiene muy cansada.

Ahreeee tiraba esa para tapar que soy una floja de mierda y no hago ejercicio.

Pose mi dos manos en los manubrios de la bicicleta, caminando junto a ella, hasta llegar a un gran árbol, que me tapaba del sol.

Suspire viendo todo mi alrededor, escaneando todo el lugar, en busca de esa cabellera rulosa que caracteriza al padre de mi hija o hijo.

Pero nada

Frustrada y sintiéndome cansada, tome mi mochila y saque mi celular, prendiendolo, para asegurarme que no había llegado muy temprano.

4:40

Pero no, yo de hecho había llegado un poco las tarde de lo acordado, se suponía que el llegaría a la 4:20, y yo igual, pero valla que los dos somos unos impuntuales.

Rodé los ojos, y para despejarme un poco, me puse a boludear en el celular viejo que tenía.

Pero no pude completar esa acción, ya que unas risas interrumpieron, mi vista se desvío de aquel aparato en mi mano.

Levanté la vista, pero al instante desee no haberlo hecho.

Me encontré la imagen de Mauro y Nadia riendo felices de la vida, caminando de la mano, mientras platicaban y carcajeaban exageradamente

¡La pareja feliz señores!

Con todo este quilombo que actualmente estoy pasando, no me había dado tiempo de llorar más por el, y ni si quiera me acordé de la "ruptura" y creo que eso era bueno ¿No?

Putee internamente, por estar en un mismo lugar que el, y más ahora que literalmente estoy en la mierda.

Abrí un poco mis ojos, y antes de que me notarán, me di vuelta, para así poder lograr que no me vieran.

Cᴏɴᴛɪɢᴏ / Tʀᴜᴇɴᴏ 🌜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora