Capítulo 6

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Lunes por la mañana todo es normal. Aunque es semana nueva yo sigo con mis ganas de ser radiante y me he vestido lo mejor posible. Hasta me he puesto unos pequeños tacones para ir a trabajar. Unos pitillo negros y una camisa de seda blanca con el abrigo negro encima. Cuando llego a la puerta del colegio me sorprendo buscando a ese madurito que me saca de quicio, no se porque, será que mi cuerpo de buena mañana me pide guerra y es que aunque me saque de quicio su prepotencia y su soberbia me ponen en marcha y después de la resaca de ayer y del vaivén de emociones y de Dani estar súper activa y nerviosa por haber visto a sus abuelos, necesito algo que me de fuerzas para empezar bien la semana. Pero no lo veo. Me subo al coche y me voy al trabajo con la cabeza echa un lío entre la noche con Rai, mis sentimientos por Iván y el anhelo, los recuerdos de mi primer amor Julián y las ganas de volver a discutir con ese madurito sexy. Estoy loca ¿Verdad? No es que me guste tener tantos tíos a mi alrededor, pero no se, es raro de explicar. Si Iván estuviera aquí todo esto no pasaría por mi cabeza y sería mas feliz que nunca, bueno... seguiría estando Julián, él siempre ha estado. Que a mis 26 años tenga que estar con juegos tontos y pensamientos de adolescente no es normal. O si lo es, yo no lo quiero en mi vida. Justo cuando arranco el coche recibo un Whatsapp. No conozco el número. En la pantalla me sale un emoticono y "perdona que te escriba en vez..." ¿ Quién será? Entro a la aplicación.

"Perdona que te escriba en vez de llamarte, pero oír tu voz y no poder tenerte a mi lado para besarte no sería la mejor opción para tener una buena semana. Solo quería decirte que me gustaría volver a verte. Besos. Rai"

¿Rai? Es Rai, y mi número ¿De dónde lo ha sacado? Jolines con Marta y su obsesión con dar mi teléfono a todo el mundo sin consultar es como esas llamadas que recibo a menudo de "tu amiga Marta no has dado tu teléfono porque ella ha quedado muy contenta con el producto y quiere que te lo mostremos" Jodida Marta. Y yo ¿Por qué tengo mariposas en el estomago ahora? Malditos whatsapp, aquí uno escupe lo que quiera y ala, ya estoy yo toda tonta. ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto? Y ahora no sé que contestarle, ni si tengo que hacerlo ni como hacerlo. Pienso en llamar a Sara, ella sabrá que hacer, pero ahora está trabajando y yo hasta las 11 no tengo un hueco libre. Rai tendrá que esperar y yo tendré que dejar de lado mis cosas hasta las 11.

El tiempo pasa realmente lento, y a pesar de estar escuchando los problemas de los demás yo solo puedo centrarme en los míos. Quizá pensaréis que soy una psicóloga de mierda pero no es así, quiero pensar que no es así. Supongo que un mal día lo tiene cualquiera, y mi vida ha cambiado tanto en solo una semana que no se como llevarlo todo sin sentirme amenazada por los cambios.

A las 11 llamo a Sara aprovechando un hueco entre cita y cita. Espero pillar a Sara también libre. Cuando me coge el teléfono y le digo que quiero hablar con ella pasa algo muy raro. Ella se muestra muy nerviosa. No entiende como me he podido enterar. Yo no tengo ni idea de lo que está hablando. Me da que me esconde algo y me molesta. ¿Qué será? Me preocupa que también se vaya a mudar como Úrsula. ¿Se habrá peleado con Javier? No, eso es improbable. Me hago mil peliculas en mi cabeza y no me gusta. Propone quedar con las chicas esta misma noche para contarnoslo pero yo no puedo aguantar. Necesito saberlo. Mi problema con Rai ha pasado a un segundo plano. Sara está embarazada. Cuando me lo cuenta me tengo que sentar porque las piernas me flaquean. ¿Embarazada? Es fantástico. Acaba de salir de la primera ecografía, está de 12 semanas y todo va genial. Me muero por abrazarla y que las demás lo sepan. Hablamos por whatsapp con las chicas para reunirnos por la noche. Todas están ansiosas por saber a que viene esta repentina noche de chicas. Voy a ser tita, estoy muy feliz.

Le mando un whatsApp a Rai, estoy tan feliz que necesito contarlo. Le cuento lo de Sara, no hago referencia a su mensaje, pero al menos le he contestado. 

Tú eres lo que necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora