CAPITULO 1

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En Asgard caía el peso de la paz de todas las razas de todos los nueve reinos y mas allá. Allí nacían, crecían, vivían y morían grandes héroes, dioses y guerreros. Por mucho tiempo la paz fue el caudal principal de sus simientes. No habían problemas con ninguna especie, abundaba la paz y la diplomacia, pero poco a poco la oscuridad fue tomando caudal en algunos corazones, fue liberada en el cosmos como si de un virus mortal se tratara creando guerras egoístas con el fin de obtener más riquezas, mas reputación e incluso más poder.

Los primeros en caer ante aquella demencia fueron los del reino Svartalfheim, normalmente allí subsistían elfos oscuros tímidos e indecisos, de estatura media comparándolos con un Aesir pero después de muchos años bajo reglas que su rey creyó inútiles tomaron la peor decisión de sus pacificas vida, lograron materializar aquella energía oscura que había sido liberada en el cosmos y se enfrentaron contra el rey vigente sobre Asgard en aquel tiempo, la sangre de los aesir y los elfos oscuros fue derramada innecesariamente, muchos sufrieron la perdida de los suyos. Cuando Aquel rey se vio derrotado no dudo en sacrificar su propia tropa para así destruir a los Asgardianos, por supuesto que muchos murieron allí, pero hasta aquel entonces se suponía que ninguno de ellos había sobrevivido, la avaricia le dio fin a los de su especie y hábilmente el padre de Odin tomo y escondió una de las gemas del infinito, esta a diferencia de las demás era una energía pura que podía tomar la forma que quisiese y era indestructible, siendo uno de los poderes más temibles en la larga vida del rey.


Nuevamente la paz se respiraba en todo el universo, se creían libres del mal hasta mucho después que Asgard cambio de rey. El padre de Odin fue asesinado y el debió tomar el control, sabiamente escogió una mujer digna de ser llamada reina y a su lado desearon que sus vidas y las de los demás mantuvieran su orden, eran jóvenes en ese entonces y por obvias razones mantenían aquella fresca juventud a flote, Odin podía ser algo iluso incluso pero no por eso era débil, era el más temible guerrero, tan poderoso que ninguno le hacía frente.


En ese entonces había paz, Frigga agradecía haber conocido a ese hombre tan cariñoso y soñador, criaba a su primogénito con recelo y le dedicaba todo su tiempo libre, jugaba con él como todo un padre amoroso incluso a ella misma le preocupaba que abandonase el reino por aquel amor frenético que le mostraba al infante de tan solo dos años de vida, así es en aquella época el padre de todo era más flexible ante las situaciones pero entonces Jotunheim inicio una nueva batalla.

Esta vez fue Midgard la que sufrió el dolor del egoísmo, eran los únicos seres vivientes simples llamados humanos, débiles y sin nada superior, por esa razón Asgard intervino, la batalla fue dura pero lograron hacer retroceder a los gigantes de hielo, pero eso no quiere decir que no se perdió nada, muchas vidas fueron sacrificadas para lograr la paz, como muestra de alianza Odin le entrego a los humanos información acerca de los nueve mundos siendo adorado como dioses, de allí nace la mitología nórdica que al pasar el tiempo termino siendo más que historias o leyendas.


A Odin no le importaba que aquel trato de venerarlos se hubiera roto, los humanos son un suspiro comparándolo con la vida de ellos mismos, no habría un rey lo suficientemente fuerte para soportar más de 150 años, aun recuerda con pesar aquel día como si hubiese sido ayer.

Tanto humanos como guerreros estaban llenos de sangre, algunos tenían sus rostros llenos de lagrimas otro de alegría, eran libres, y él se aseguraría de eso, en aquella cruel batalla su cerebro había aceptado su papel protagónico, debía endurecer su corazón para evitar que su propio reino cayera ante una desgracia como esa, debía hacerlo para proteger a su amada y hermosa reina y a su queridísimo heredero, el único que tendría.

Control Total [Loki Laufeyson y Lady Gaga]On viuen les histories. Descobreix ara