Sol

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Ambos caminaban alegremente, el día parecía estar con el mismo ánimo que ellos. Era de esos días en que pareciera que todo estaba a su favor, los rayos de sol que iluminaban sus bellos ojos de miel, el aire que jugaba con su pelo, los alrededores que si uno viera solo una pequeña porción, pensarían que están en el bosque. Sin embargo se encontraban en el parque frente a la iglesia en medio de parejas, familias y vendedores que amenizaban el ambiente.

El intentaba entender lo que esos dulces labios le decían pero no dejaba de perderse entre los sonidos y sus pensamientos, además de que se encontraba desvelado de la noche pasada. Parecía que todo se mezclaba en su cabeza como cuando una orquesta esta refinando y preparándose para su más grande concierto. Ella no notaba como su mente vagaba entre otros paisajes, paisajes que había construido antes tan similares como el de ese momento.

Seguía insistiendo en reconstruir uno en especial, uno que logro hacer temblar su piel, pero solo permanecía la emoción de haberlo vivido. Las imágenes sin nitidez aparecían con lentitud pero no lo suficiente para resolver su contenido. Era como un sueño todo hasta que logro descifrar una cara en particular, un rostro tan dulce a su modo que solo quería retenerlo ahí.

El rostro era de facciones sutiles como la brisa de aquel día y su mirada era penetrante con un misterio dentro de la luz de aquellos ojos que hipnotizaba su mente. En ese momento volteaba a su alrededor buscando discretamente esas finas facciones sin logro alguno, hasta que escucho una voz que lo llamaba por su nombre

...y no se Sol, que crees que debería hacer?

- hacer de qué?- contestaba mientras que desesperadamente buscaba con sus ojos su angelical visión con. Mientras que ella se empezaba a molestar ante la actitud de su acompañante empieza a alzar la voz

- sobre lo que te dije? -

El la voltea a ver para pedir disculpas enseguida pero su pensamiento lo paralizo por completo. Quería llamarla por su nombre y sin embargo no podía recordar cual era. Quien era esa extraña chica con la que caminaba. No podía siquiera recordar que hacia ahí. Por un momento solo fijo sus ojos en ella con la boca entre abierta y titubeante por no saber qué decir, no queria parecer un ridículo que no se acordaba ni siquiera de su nombre. Así que intento dominar su pánico con la razón pero su cuerpo temblaba de miedo. Ella por fin comprendió que él no estaba bien como ella creía.

Tal vez si fuera otro chico seguro lo habría ignorado, hacho un berrinche y caminar lejos de él hasta abandonarlo pero sí lo conocieran sabrían que es imposible hacer eso a un chico tan afable como lo era él. Así que preocupada y recargando su mano en el hombro de Sol le pregunta

- ¿Estas bien? Oye perdóname no queria contestarte así,....- sin dejarla continuar en un intento veloz de esconder su terror suplico

- no, no es por eso, perdóname tu a mí, no pude escuchar todo lo que me explicabas, siendo sincero no me siento muy bien como para seguir caminando.-.

La cara de la chica cambio similar a la de una madre protectora cuando sabe porque sucede todo aquello - te dije que ya no te sigas presionando tanto, pero creo que jamás me harás caso-

El no pudo más que sonreír ante la respuesta de su acompañante al notar su preocupación por él aun cuando no tenía la remota idea de los hechos de tras de su rostro palido.

-vamos te acompaño a tu casa-

Memorias de Luna y SolWhere stories live. Discover now