❝ puedo tratarte mejor que él ❞
chan sólo desea hacerle entender a minho que merece mucho más que los injustos tratos de su inservible novio.
✶ chan ♡'s minho
✶ omegaverse. university au. fluff. boys love. romance. leve drama. cambio de edades. esce...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─¡Rápido, a la sala de emergencias!
─¡Traigan una mascarilla facial, está perdiendo demasiado oxígeno!
─¡A un paso, por favor! ¡A un lado, con permiso!
Minho corría con desespero, escuchando las voces de las enfermeras gritando a su alrededor. El omega sólo quería tomar la mano del alfa, acompañarlo y susurrarle que todo saldría bien aún si este no podía escucharlo.
─Lo lamento, no puede ingresar.─ la voz de una beta lo detuvo.
─¡No, no puede hacerme eso!─ exclamó débil.
─Ve a la sala de espera. no puede entrar, estamos en un trabajo complicado.─ respondió para Ingresar a la habitación y cerrar la puerta rápidamente.
─¡No! ¡Tengo que estar con él! ¡Chan!─ sus gritos fueron llamando la atención, lágrimas caían por su rostro y sus manos temblaban queriendo adentrarse.
SunHee llegó con rapidez y lo tomó de los hombros, fue inevitable para ella no quebrarse ante el dolor que demostraba su hijo. Sus ojos estaban cristalizados y con las pocas fuerzas que le quedaban lo alejó de aquella puerta.
─Por favor, Minho. Tienes que tranquilizarte.─ obligó al omega a sentarse y luego ella se puso de cuclillas, sosteniendo entre sus manos el rostro de su hijo. ─No seas negativo, no lo hagas.
─Es mi culpa, mamá... Yo causé esto.
─Tú no hiciste nada, aquí el único responsable es y será JoonSuk.
El pelinaranja no retuvo sus sollozos hasta sentir que un tono de llamada provenía de la sucia mochila de Chan, mochila que sostuvo desde que lo vio tirado en aquel callejón. Rápidamente sacó el móvil que vibraba y con las manos tiritando decidió contestar.
─Chan, cariño, ya es algo tarde. ¿Cuándo piensas regresar a casa?
─S-señora Bang.─ dijo débilmente. Mordiendo su labio inferior para no soltar un llanto lastimero.
─¿Quién habla?─ la voz de la omega sonaba totalmente seria y confundida.
─Soy Minho.
─¿Minho? ¿Qué pasa? ¿Dónde está mi hijo?─ la desesperación no se hizo de esperar y empezó a cuestionar sinfín.
─Él...─ quiso retener su lloriqueo, pero era casi imposible. ─Cha-Chan está en el Hospital Central de Seúl.
─¡¿Qué?!
─Solo... Solo venga, por favor; está ahora mismo en la sala de emergencias.
