Wife

Capitulo 22: Contrato

No había pegado ojo en toda la noche. Las palabras de Mark tratándola como uno mas de sus contratos se repitieron en su cabeza durante cada minuto.  El dolor que le producían cada vez que su mente las repetían como el eco en una montaña, le contraía el pecho y hacia que le faltara la respiración. Tenía miedo al amanecer, a que la luz del sol se colara por la ventana. Tenía miedo a enfrentar a Mark Cardoni al día siguiente, porque algo dentro de ella le decía que esto era el fin. Que todo estaba acabando.  Y se sentía desesperada por la incertidumbre de poder saber que le deparaba su vida y si ese hombre del que se había enamorado tan profundamente estaría en su futuro.

Eran las ocho de la mañana cuando escucho la puerta de la habitación de el abrirse, estuvo atenta oyendo cada paso suyo por el pasillo, fijo la vista en la puerta, con la esperanza y al mismo el temor de que se abriera.

Pero no paso, el sonido de zapatos contra el suelo, alejándose retumbo en el silencio del pasillo.

Y Mireya siguió allí, sentada, en el filo de la cama, mirando aquella puerta, contrariada con abrirla o dejarla cerrada.

Finalmente saco el valor que necesitaba, para incorporarse y avanzar aquellos metros que la separaban de ese trozo de madera. La abrió despacio, mirando al exterior, en busca de unos ojos puestos en ella, pero no había nadie.

Avanzo por los pasillos, descalza, aun con el camisón y la bata atada en su cintura. Al llegar a las escaleras encontró Robert atravesando la entrada con unos papeles en la mano.

-Robert –Al llamarle el paro y se giro hacia ella -¿Dónde está Mark?

-En el despacho, hablando con Diego –Robert frunció el ceño -¿Qué ha ocurrido?

-Con Diego –hablo en voz bajo, comenzando a entender el origen de la rabia y la crueldad con que la trato Mark anoche. Bajo las escaleras rápidamente y se dirigió al despacho. Al acercarse a la puerta pudo oír la voz de Mark rompiendo el silencio de la casa y su mente la llevo a quedarse allí parada, con las manos puestas en los pomos de ambas puertas correderas, pero escuchando aquello que la enfurecía.

-¿Dónde fuisteis? –Mark estaba parado ante Diego, intimidándole -¡¡¿Dónde fuisteis?!!

-Yo no…-Diego bajo la vista al suelo

-¿Tu no qué? –Mark apretó ambos puños -¿Me vas a negar que pasaste el día con ella?

-No, pero …. Es que …-Pero Diego no hablaba, estaba dispuesto a soportar los reproches y el enfado de Cardoni, por respetar a Mireya y su vida.

-¡¡Que me respondas!! –Mark golpeo la mesa bruscamente -¡¡¿Dónde fuiste con mi Wife?!!