Un regalo.

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Park Hyung Sik llegó a la casa de sus padres y saludó a la dulce OMEGA  que era su madre.

-- Mamá, ¿Cómo estás? -- preguntó envolviéndola en un abrazo.

-- Bien cariño -- contestó ella, besando la mejilla de su hijo mayor -- te he extrañado.

-- Lo siento madre, he tenido mucho trabajo por mi nuevo puesto, pero hoy he venido a verte.

-- Ya me dijo tu padre, mi niño, que has encontrado una OMEGA -- dijo la señora Park -- ¿Puedo saber quién es?

-- Es la hija del ministro Jung, mamá -- contestó el joven orgulloso y feliz de su elección.

-- ¡Oh!, es hermosa y buena, hijo, y de muy buena familia -- dijo la madre encantada -- ya tienes pensada una fecha para pedir su mano?

-- No mamá -- sonrió el joven -- pero hablaré con ella y pediré una cita formal con su padre.

-- Lo más pronto que puedas, hijo -- aconsejó la dama -- es lo más aconsejable, porque los OMEGAS son sensibles y si no te decides, ella podría pensar que es porque no la quieres.

-- No te preocupes mamá, mañana mismo lo arreglaré -- prometió el joven ministro -- ahora me marcho, pero en cuanto sepa la fecha te lo diré y te pediré que me acompañes.

-- Si hablas con ella mañana dale esto -- pidió la señora Park a su hijo, entregándole un par de brazaletes de oro con incrustaciones de rubíes  y un anillo que hacía juego, que llevaba en un cofrecito -- me las regaló tu padre, pero creo que no le molestará que te las dé para tu OMEGA.

-- Gracias, madre -- dijo el joven conmovido, abrazando a la dama y tomando los regalos de su mano -- serán doblemente valiosos si vienen de tu parte.

Dió un beso en la mejilla de la dulce dama y se marchó, dejando a su madre muy feliz al pensarlo emparejado con una OMEGA tan bella y tan dulce. 

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Media hora más tarde, en una glorieta repleta de magnolias, en el jardín de los Jung, se desarrollaba una escena amorosa entre el joven Park y la hermosa Jung Ah Ro.

-- Hermosa, no quiero que pase un día más sin pedírtelo -- dijo el joven ministro con toda la ternura que podía -- ¿Serías mi OMEGA? ¿Te casarías conmigo?

-- Te amo -- contestó la joven un poco afligida -- pero la verdad, no sé si mi padre esté de acuerdo. Sabes que él y tu padre no se llevan muy bien.

-- No te preocupes por eso, amor -- contestó el joven muy seguro -- te aseguro que si me aceptas, yo haré todo lo posible por convencerlo de que te amo, que realmente te amo y deseo hacerte feliz. Por favor, cariño -- rogó con ojos encendidos por la súplica -- di que me aceptas y te prometo que también ganaré su aprobación.

La dulce niña lo pensó un poco mirando al suelo, pero al fin levantó los ojos y los fijó en su ALPHA.

-- Creo que si yo pude ver lo bueno en ti, ellos también lo harán -- levantó su manita y acarició el rostro del joven -- te amo y acepto ser tu OMEGA  y casarme contigo.

El joven Park la abrazó; sentía que por fin su vida comenzaba. Había sido nombrado ministro de un importante puesto de gobierno y ahora conseguía que su OMEGA lo aceptara. En ese momento era completamente feliz.

El Rey Tirano.Where stories live. Discover now